Mucho más tarde se inventó el algoritmo, el cálculo numérico, la regla de calculo, la máquina de calcular, la tarjeta perforada o la primera calculadora automática que se fabricó y empleó a escala industrial. En 1936 llegó la revolución cuando el matemático Alan Turing -considerado con justicia el “padre de la ciencia de la computación”– formalizó los conceptos de algoritmo y de máquina de Turing, introdujo el concepto de la Hypercomputación, los primeros avances teóricos de Inteligencia Artificial y el diseño de los primeros computadores electrónicos programables digitales.
Además de ayudar al mundo a terminar con los nazis gracias a las máquinas de descifrado Enigma y los codificadores de teletipos FISH, las aportaciones de Turing fueron clave para el desarrollo de la computación moderna y la posterior llegada del IBM PC que abrió la era del ordenador personal. Unas décadas antes, llegaron al mercado computadoras clásicas como las que te ofrecemos de la mano de imágenes creadas por el fotográfo James Ball (‘Docubyte’). Son verdaderas obras de arte aunque no están “todas las que son” y se podrían incluir otras míticas anteriores como Colossus, ENIAC o el IBM CPC.
Ver más: https://www.muycomputer.com/2016/06/17/computadoras-clasicas/