Sobre tener Kali en VirtualBox o en una instalación nativa en tu SSD: es cierto que Kali puede ser más limitado en una máquina virtual que en una instalación nativa. Sin embargo, VirtualBox sigue siendo una opción cómoda para usar Kali. Si prefieres la instalación nativa, entonces instalarlo en el SSD junto con Linux Mint en un dual boot es una buena opción.

254GB de SSD es más que suficiente para tener ambos sistemas operativos instalados, incluyendo Kali, los paquetes y herramientas que necesites para el hacking ético, así como también programas y archivos personales. Por lo general, se recomienda dejar al menos un 20% del espacio libre en el SSD para mantener su rendimiento óptimo.

Sobre guardar los repositorios en la HDD en un caddy: sí es posible hacerlo, y es una buena idea para ahorrar espacio en el SSD. Puedes configurar Kali para usar la HDD como tu directorio de descarga y almacenamiento de archivos. Sin embargo, ten en cuenta que la velocidad de lectura y escritura de la HDD será más lenta que la del SSD, por lo que algunas operaciones pueden ser más lentas.

En cuanto al espacio que ocuparán Kali y Linux Mint en el SSD, Kali ocupará alrededor de 20GB y Linux Mint unos 15GB. Sin embargo, ten en cuenta que a medida que instales programas y paquetes en Kali, el espacio ocupado aumentará.