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El secretario de Defensa Mark T. Esper y el general Joseph F. Dunford Jr., presidente del Estado Mayor Conjunto, presentarán las opciones actualizadas a Trump en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional programada para este viernes, informó un alto funcionario estadounidense.
Antes de que se le presente el último conjunto de opciones, Trump envió distintas señales sobre sus intenciones. Ha amenazado con ordenar “la opción extrema” de un ataque a Irán para castigar a ese país por su comportamiento, pero también ha dejado en claro su oposición a ordenar que Estados Unidos encare otra guerra en Oriente Medio.
El Pentágono aboga por ataques militares que un alto funcionario definió como el extremo inferior de las opciones. El funcionario dijo que una represalia podría centrarse en más operaciones clandestinas, acciones que, según los planificadores militares, no impulsarían una escalada de Irán.
Este tipo de blancos incluiría los sitios desde donde Irán lanza misiles de crucero y drones y donde se almacena el armamento. Conforme a esta hipótesis, la opción militar incluiría una campaña de acción diplomática en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York la semana entrante para reunir apoyo para las sanciones adicionales que ha ordenado Trump y otras medidas no militares. Trump ha dicho que se implementarán nuevas sanciones contra Irán. También se está analizando una serie de ciberoperaciones encubiertas.
Sin embargo, aún no está claro si EE.UU. y Arabia Saudita podrían reunir un fuerte apoyo en las Naciones Unidas, dado que los sauditas han sido criticados por librar en Yemen una guerra que ha causado víctimas civiles y que Trump enfrenta duras críticas por retirar a EE.UU. del acuerdo nuclear multilateral con Irán.
Pero el alto funcionario estadounidense, que habló a condición de que no se revelara su nombre por tratarse de deliberaciones internas, advirtió que a Trump también se le presentarían otras opciones que son más contundentes, opciones que requerirían el envío de más fuerzas a la región del Golfo Pérsico.
El funcionario no dio detalles de esos blancos pero presumiblemente podrían incluir instalaciones petroleras iraníes o blancos relacionados con la Guardia Revolucionaria de Irán. Las declaraciones contradictorias de Trump, el miércoles, dejaron a los altos funcionarios del Departamento de Defensa y los oficiales militares tratando de adivinar qué medidas elegiría el presidente.
Varios problemas podrían demorar cualquier acción militar inmediata, dijeron los funcionarios. En primer lugar, se dice que Arabia Saudita teme que cualquier respuesta militar rápidamente escale y lleve a nuevos ataques contra el reino y sus vulnerables instalaciones petroleras.
Otro problema es que los especialistas forenses militares de los EE.UU. sólo llegaron hace un par de días al lugar de los ataques en Arabia Saudita. Su análisis de los tableros de circuitos recuperados de uno de los misiles de crucero –que podría dar valiosas pistas sobre la trayectoria de vuelo del misil- todavía está en marcha. Esa información podría ser importante para determinar quién es responsable de los ataques.
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo el jueves que Trump estaba buscando un camino pacífico. “Realmente nos gustaría una resolución pacífica”, les dijo a los periodistas en los Emiratos Árabes Unidos antes de poner fin a un viaje de dos días a la región del Golfo. “Todavía estamos luchando para montar una coalición. Estuve aquí en acción diplomática mientras el ministro de Relaciones Exteriores de Irán amenaza con una guerra sin cuartel para combatir hasta el último estadounidense. Estamos aquí para construir una coalición destinada a lograr la paz y una resolución pacífica”.
Pompeo dijo que EE.UU. planeaba imponer más sanciones a Irán, como Trump había anunciado el miércoles. “Hemos emprendido un camino para privar a Irán de la capacidad y la riqueza con el fin de impedirle llevar a cabo sus campañas de terror”, señaló. “Y ustedes pueden ver a partir de los acontecimientos de la semana pasada que hay más trabajo que hacer”.
Los países europeos, que vienen tratando de salvar el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, se han mostrado cautos en su reacción ante el ataque en Arabia Saudita. El miércoles, el gobierno francés anunció que el presidente Emmanuel Macron había prometido el día anterior en una llamada telefónica con el príncipe heredero Mohammed bin Salman que expertos franceses irían a Arabia Saudita para ayudar en la investigación, a pedido de los sauditas.
Además de Francia, Alemania y Gran Bretaña, China y Rusia también firmaron el acuerdo de 2015 con Irán. Los cinco países, cuatro de los cuales son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, han criticado al gobierno de Trump por retirarse del acuerdo. Y China en particular se ha fastidiado por las sanciones al petróleo iraní impuestas por Washington.
Los funcionarios estadounidenses aún no han expuesto sus argumentos contra Irán y las recomendaciones que piensan presentar en la Asamblea General de la ONU la semana que viene.
“Confío en que en Nueva York hablaremos mucho sobre eso y que los sauditas también lo harán”, dijo Pompeo el miércoles. “Los sauditas fueron la nación que fue atacada. Fue en su suelo. Fue un acto de guerra contra ellos directamente, y confío en que harán eso”.
Eso indica que podría haber un período de discusión entre los líderes internacionales antes de que Washington avance con cualquier medida contundente.
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