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Lo hago todo desde Ubuntu Studio:


En una ventana ejecuto una máquina virtual con VirtualBox. Instalo Linux o Windows en esa máquina virtual y también los controladores específicos de VirtualBox, que permiten redimensionar la ventana a una resolución arbitraria. La resolución que pongo siempre es 1280 por 720 píxeles, o sea “HD Ready”. También lanzo la máquina virtual desde la línea de comandos de Linux (con VBoxSDL), para que no tenga nada más que el borde exterior.


Detrás hay otra ventana algo más grande con MyPaint, y para pintar tengo una tableta Wacom Intuos 4 con el lápiz siempre a mano. A MyPaint le pongo un fondo tipo pizarra y configuro el lápiz para que parezca tiza, que es francamente sencillo y queda aún mejor. Antes de descubrir MyPaint utilizaba el Gimp. Lo bueno es tener las dos ventanas es que si MyPaint es más grande, al cambiar de ventana y poner MyPaint al frente, el vídeo entero es pizarra, cosa que me gusta mucho y creo que ayuda a la concentración. Y así puedo pasar del código a la pizarra fácilmente.


Tengo unos auriculares Sennheiser PC31 que llevo puestos durante la grabación con el micrófono bastante cerca de la boca pero un poco por encima del labio superior (intentando así evitar los soplidos).


Utilizo un programa de captura llamado RecordMyDesktop, y en particular la versión GTK. Con él se puede capturar una ventana particular sin el borde, de ahí que use VBoxSDL para lanzar la máquina virtual. Tengo configurado RecordMyDesktop para que comprima el vídeo al final, no durante la grabación. La verdad es que ocupa mucho más espacio en el directorio temporal y cuando acabas la grabación se pasa codificando el vídeo un rato que me parece interminable, pero la calidad de esta manera es casi immejorable.