Lo que Serapis quiere decir es que el refrán de "buscar una aguja en un pajar" nos acompañará a lo largo de nuestra historia, ya que encontrar una clave aleatoria para un cifrado one-time-pad basado en XOR tendrá como mucho un coste computacional de
por el algoritmo de Grover. Es decir, el coste operacional de la fuerza bruta para encontrar una clave reduce a la mitad el exponente en la base logarítmica.
El resto de problemas matemáticos que se basan en cómputos en estructura algebraícas finitas (finite fields) tienen resoluciones que un cuántico podrá efectuar de forma eficiente, revolucionando nuestro paradigma actual.
Pero siguen existiendo alternativas post-cuánticas como lattices, cripto multivariada, isogeny-based cripto, code-based y unas cuántas más. No hay que temer, ni creer a los periodistas, la información seguirá siendo segura. La cuestión es, ¿avanzaremos en criptografía una vez presentado el cuántico? ¿O nos pasará lo mismo que con RSA y DH que llevamos desde los años 70 y siguen estando operativos? No es que sea un campo estancado, sino que lo que sirve y está analizado se adopta y se deja casi hasta que se pronostica su ruptura.
Con las criptodivisas, como son operaciones por bloques (hashing) un cuántico podrá operar más rápidamente sobre los datos, ganando a los ordenadores convencionales. Esto causaría que el que tiene un cuántico resolverá los challenges antes que un convencional. Estamos lejos de hacer esto.
Dicho esto, a ver cuando mandan uno para mi casa jejej
Saludos