Microsoft no quiere ponerte fácil que uses otros navegadores, y aunque en Windows 10 ya se notaba que querían que usásemos Microsoft Edge sí o sí, en Windows 11 la cosa se pone aún más difícil.
Si te olvidas de hacerlo en primera instancia, hacerlo después es una pequeña condena, porque tienes que ir tipo de fichero por tipo de fichero cambiando la aplicación predeterminada. Este método ha provocado las protestas de los responsables de Firefox, Opera y Chrome.