"Este mensaje se autodestruirá en 5 segundos...". Suena a secuencia de cualquiera de los títulos de 007, donde el agente británico gestionaba los mensajes del MI6 con tacto y asegurándose de que no quedaba rastro. Bien, lo cierto es que, pese a la aparatosidad del asunto, la idea no resultaba tan mala: son innumerables los problemas provocados por el rastro de los correos electrónicos, sobre todo en el ámbito de la empresa.
Tanto es así que en muchas ocasiones, cuando se quiere comunicar algo realmente comprometedor, parece más prudente descolgar el teléfono y soltarlo de viva voz. Ni luz ni taquígrafos. El contenido del mensaje queda transmitido, pero no hay rastro del mismo así que, si las cosas se tuercen, nadie puede aparecer con el email en las manos diciendo: "¿Veis?". Esta idea de borrar de forma automática los mensajes ataca de frente a una de las lacras de la red: el rastro que dejamos de todo lo escrito.
LEER MAS: http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-01-09/una-app-con-texto-autodestructivo-para-las-confidencias-laborales_73932/