El alto mando de Ucrania discutió este viernes (07.04.2023) formas de evitar la filtración de información militar, luego de que supuestos documentos secretos en los que se detallaban los esfuerzos de Estados Unidos y la OTAN para ayudar a Kiev en los planes de contraofensiva contra la invasión rusa aparecieran en redes sociales y fueran el centro de un artículo en The New York Times.
Un funcionario ucraniano dijo a la agencia de noticias Reuters que los documentos contenían "una enorme cantidad de información ficticia” y que las publicaciones parecían más bien una operación de desinformación rusa, una idea que también fue defendida por el consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podolyak. Este consideró que la inteligencia rusa podría estar detrás de la acción, a la que calificó como una "operación psicológica”.
En su opinión, si alguien tiene acceso a información privilegiada no la entrega toda de una sola vez, sino que más bien fingiría no saber nada para sacar provecho de ella sobre el terreno. "Rusia está buscando formas de tomar la iniciativa en el plano informativo para tratar de influir en los planes” de Kiev para su contraofensiva, sostuvo.
Documentos estaban modificadosPor su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, llamó a las autoridades a tomar medidas para evitar posibles filtraciones en un encuentro en el que participaron los jefes de las fuerzas armadas, el servicio secreto y otros funcionarios de alto rango. "Los participantes en la reunión se centraron en las medidas para evitar la filtración de información sobre los planes de las fuerzas de defensa de Ucrania”, anunció la oficina del presidente en un comunicado.
New York Times señala que los documentos no revelan cuándo ni dónde tendrá lugar la ofensiva ucraniana, pero la filtración podría afectar la confianza entre los aliados, pues proporciona informaciones sobre las entregas de armas y la cantidad de tropas ucranianas entrenadas en Occidente. La filtración también parece haber sido modificada para aumentar el número de bajas ucranianas en las estimaciones estadounidenses, y disminuir las rusas.
Uno de los documentos filtrados dice que los rusos habrían perdido hasta 17.500 soldados desde el comienzo de la invasión. Estados Unidos estima que la cifra real es hasta 10 veces más alta.