Turquía acaba de poner en marcha un polémico sistema de filtros voluntarios en Internet con el objetivo oficial de salvaguardar a la infancia de eventuales contenidos nocivos, pero que desde algunos sectores es visto como una herramienta de censura. La principal polémica se debe a de que la aplicación de algunos de esos filtros ha bloqueado el acceso a redes sociales, en un país que ocupa el quinto puesto por número de usuarios de Facebook y donde el 90% de los internautas tiene cuenta en esta red.
Además, ha llamado la atención que los usuarios del llamado "filtro familiar" no hayan podido abrir páginas de marcas de ropa interior como Victoria's Secret y Calvin Klein o de preservativos como Durex. Sin embargo, el ministro de Información, Binali Yildirim, ha negado que el Gobierno esté tratando de imponer la "censura" en Internet, tal y como han criticado asociaciones de cibernautas. "El objetivo es proteger a los niños de contenidos perjudiciales. Internet es una gran bendición pero, igual que las medicinas, puede tener efectos adversos. Cuidar a los niños de este tipo de daños es tarea del Estado", ha declarado. Eso sí, el ministro garantizó que ejecutar estos filtros "no es una obligación".
De hecho, el sistema ha tenido mucho menor impacto del que se esperaba cuando se comenzó a redactar el proyecto, el pasado agosto. Entonces se propuso hacer obligatorio a todos los usuarios el uso de alguno de los cuatro filtros (familiar, infantil, nacional y estándar), pero la medida despertó tantas críticas que finalmente sólo se han aplicado los dos primeros y de forma voluntaria.
Así, el sistema de filtros ha tenido escaso éxito y el pasado 22 de noviembre, día de su entrada en vigor, sólo se hicieron 3.000 peticiones para instalarlos, según el Organismo de Tecnologías de la Información y Comunicación (BTK). Los escasos usuarios del nuevo sistema han inundado las oficinas del BTK con correos electrónicos y llamadas pidiendo que les dejen entrar a las webs bloqueadas y el organismo se ha visto obligado a prometer revisar sus filtros.
Llamamiento a la 'resistencia'
El profesor Mutlu Binark, experto en nuevos medios, ha sido uno de los más críticos con la nueva medida y ha llamado a los cibernautas a "resistirse" ante la nueva medida. "Con este nuevo sistema, se despoja a los individuos de su capacidad de razonar y elegir libremente", ha denunciado.
Igualmente, la Fundación Bianet, que ha denunciado la nueva regulación en los tribunales, lamentó que sea "el BTK, y no los padres, quien decida lo que es dañino para sus hijos".
Algunos intelectuales consideran que el nuevo sistema tiene que ver con la influencia que ejerce sobre el Gobierno del islamista moderado Partido de la Justicia y el Desarrollo el teólogo Fethullah Gülen, líder de una organización islámica que los estudiosos comparan al Opus Dei católico.
Ya en abril, Gülen criticó la falta de controles en Internet y que los usuarios de los cibercafés, extendidos hasta en el medio rural, participen en "chats ilegítimos comparables a la prostitución".
15.000 webs bloqueadas
En cualquier caso, los internautas turcos son muy sensibles a cualquier iniciativa que ponga límites a Internet, debido a la existencia de una ley de 2007 que fue diseñada como una barrera contra la pornografía infantil, las apuestas o las drogas, y que ha terminado siendo conocida como la "Ley Censura".
De acuerdo a la página digital Engelliweb un total de 15.506 webs están actualmente bloqueadas en Turquía, el doble que hace un año. De ellas, la mayoría son de contenido pornográfico, pero también las hay de grupos políticos izquierdistas o nacionalistas kurdos.
En este asunto, Turquía ofrece un panorama contradictorio, pues mientras en los últimos años ha crecido el número de webs bloqueadas, también se ha incrementado, de 2 millones en 2000 a más de 35 millones en 2010, el número de usuarios y los trucos que se emplean para poder acceder a las páginas prohibidas.
FUENTE :http://www.20minutos.es/noticia/1233006/0/filtros/facebook/bloquear-acceso/