A pesar de que inicialmente las aplicaciones de mensajería se desarrollaron especialmente para dispositivos móviles, poco a poco se han hecho un hueco en nuestros equipos de sobremesa. Muchos ya utilizan de forma sincronizada aplicaciones como WhatsApp o Telegram desde el PC con Windows.
Para ello normalmente hacemos uso, o bien, de la versión web a la que accedemos desde el navegador, o instalamos la aplicación oficial. Quizá lo mejor sea decantarnos por esta segunda opción. Aunque claro, como cualquier software que instalamos en un ordenador con Windows, esto tiene sus riesgos. Y es que sus desarrolladores deben poner un especial cuidado en todo aquello relacionado con la seguridad.