Una start-up llamada IntelligentM http://www.intelligentm.com/ quiere hacer que los hospitales sean más higiénico, animando a los trabajadores a limpiarse las manos correctamente. Su solución es una pulsera que vibra cuando el portador se ha frotado las manos lo suficiente, y proporciona a los empleados una forma de comprobar sus costumbres y a sus jefes una forma de saber quién está haciendo las cosas bien y quién no.
Solo en Estados Unidos, mueren unas 100.000 personas al año por infecciones en ingresos hospitalarios, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, y muchas de estas infecciones se dan porque médicos, enfermeras y técnicos no se lavan bien. Este problema ha recibido más atención últimamente en parte porque Medicare y otras mutuas han dejado de reembolsar a los hospitales los gastos relacionados con el tratamiento de infecciones originadas en sus instalaciones.
En la actualidad, la vigilancia del cumplimiento de los estándares de lavado de manos se sigue principalmente gracias a observadores supuestamente secretos que controlan a los empleados del hospital mientras trabajan. "La gente es consciente de que la están vigilando y cambian su comportamiento basándose en ese hecho", explica Polly Trexler, directora asociada de epidemiología hospitalaria y control de infecciones en el Hospital Johns Hopkins. Pero según Trexler, este tipo de vigilancia exige mucho personal y suele darse solo durante el día.
Aún peor, hay estudios que demuestran que los trabajadores de hospital cumplen con los estándares la mitad de las veces o menos. IntelligentM es una entre muchas empresas que intentan abordar este problema con tecnología. Otras soluciones incluyen dispensadores que miden la cantidad de líquido utilizado, sensores químicos que huelen la presencia de jabón o desinfectante, y sistemas basados en RFID (siglas en inglés de la identificación por radiofrecuencia) que conocen la localización de cada estación de lavado y si un trabajador ha estado allí.
"Todo el mundo intenta resolver el mismo problema", afirma Brent Nibarger, director de clientes de BioVigil, una empresa que está desarrollando un monitor con sensores químicos capaz de detectar jabón y desinfectantes con base de alcohol en las manos de los trabajadores. El reto es desarrollar un sistema eficaz en términos de costes, adaptado al ritmo del trabajo clínico y no demasiado complicado ni de instalar ni de usar, afirma.
La pulsera de IntelligentM lee etiquetas RFID en las estaciones de lavado de mano y desinfección. Un acelerómetro detecta cuánto tiempo dedica el empleado a lavarse las manos. La pulsera vibra una vez si se ha hecho correctamente y tres si no.
"A lo largo de los últimos dos años hemos desarrollado una tecnología que nos permite avisar al personal sanitario al instante de si no se están lavando o desinfectando según las especificaciones [de los Centros para el Control de Enfermedades]", afirma el presidente de IntelligentM, Seth Freedman.
Como también se colocan etiquetas RFID en el exterior de las habitaciones de los pacientes y en algunos equipos, Freedman explica que el sistema avisa a los trabajadores para que se laven las manos antes de llevar a cabo un procedimiento que conlleve un alto riesgo de infección, como colocar un catéter.
También recoge los datos de las pulseras a través de una conexión micro USB al final de cada turno, lo que permite a los epidemiólogos hospitalarios ver qué tal lo hace cada empleado.
Trexler sostiene que el lector RFID para un sistema de este tipo tiene que ser muy rápido. Su hospital ha probado otro sistema basado en RFID y les pareció que era demasiado lento como para darse cuenta de cuándo algunos empleados cogían una dosis rápida de desinfectante mientras iban corriendo a por el siguiente paciente. Le gusta la idea de que la pulsera proporcione una respuesta a los empleados, pero se pregunta si la propia pulsera no podría interferir con la higiene. "Mucha gente se lava hasta el codo", afirma. Aún así, cree que un sistema que funcionara podría proporcionar un motón de información valiosa, a todas horas del día. "La posibilidad de usarlo las 24 horas es fantástica y creo que va a ser muy importante para conseguir hacer cambios".
Un hospital de Sarasota, Florida (EE.UU.) empezó a usar el sistema de IntelligentM en diciembre de 2012 y la empresa ha conseguido hace poco otro dos clientes en el estado. Aunque se centran principalmente en el cuidado de la salud, también están pensando usar su tecnología en campos donde se produce manipulación de alimentos y en jabones capaces de enseñar a los niños las técnicas adecuadas de lavado de manos.
FUENTE :http://www.laflecha.net/canales/empresas/noticias/start-ups-intelligentm