
Ante el auge de contagios, China ha decidido imponer un 'lockdown' de una semana en Shenzhen, una de las capitales mundiales de la electrónica. Un cierre que afecta directamente a decenas de fábricas, algunas de ellas tan importantes como la de Foxconn, proveedor de fabricantes como Apple, Volkswagen o Toyota. Si hace justo un mes desde Foxconn eran optimistas y anticiparon el final de la escasez global de chips, la Covid-19 vuelve a preocupar a toda la industria tecnológica.
Foxconn se detiene y afecta directamente a Apple. "Las operaciones de Foxconn en Shenzhen han sido suspendidas desde el pasado 14 de marzo, siguiendo la política local frente a la Covid-19", explican desde Foxconn en un comunicado. Foxconn es el mayor proveedor de Apple y ensamblador de iPhones, iPads y Macs.
Afortunadamente, no toda la producción de Foxconn en China está en Shenzhen. El 50% se produce en la provincia de Henan. Gracias a esto, desde Foxconn aseguran que van a "diversificar su producción para minimizar el impacto potencial".