Empezaremos con un dato realmente curioso: 600 mL de orina darían tres horas de autonomía a un móvil. Y teniendo en cuenta lo anterior, también es interesante saber que la vejiga tiene una capacidad de 500 mL, aproximadamente. Ahora bien, vamos al baño en varias ocasiones a lo largo del día, luego fácilmente podríamos darle toda la autonomía diaria que es necesaria… de forma ‘natural’. Pero ¿cómo se aprovecha la orina para cargar la batería de un móvil?

La información viene de parte de científicos de la University of West England, donde han desarrollado pequeñas células capaces de convertir la orina en electricidad. Estas pequeñas células tienen unas dimensiones de una pulgada, son cuadradas, y tienen un coste de apenas un euro y medio. Según han comentado tras los resultados de su estudio, de momento se tiene que depurar el funcionamiento de esta tecnología, pero es un primer avance con la intención de crear una forma de generar electricidad con bajos costes y en el entorno doméstico. Es decir ¿pretenden instalar este tipo de células en nuestros váteres?

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