Los bulos sobre la seguridad de los alimentos buscan crear alarma y miedo y que se difunda a cuanta más gente mejor. ¿Cómo podemos saber si nos están engañando?. Internet ha significado, desde que apareció, una nueva forma de comunicación y se ha convertido en una herramienta útil en la búsqueda de información Además del correo electrónico, las redes sociales, sobre todo Whatsapp y Facebook, se han convertido en nuevos canales de difusión de contenidos de muy diversos temas. Política, tecnología, economía... Pero, sin duda, uno de los temas más recurrentes que suelen recibir este tipo de mensajes son los de la salud, la alimentación y la calidad de vida.
Marta Chavarrías en Eldiario.es.- Sin embargo, con los años, una de las cosas que más hemos aprendido de esta nueva manera de relacionarnos es que no todo lo que circula por Internet o por las redes sociales es cierto. Hay información que carece de base científica, que está hecha para crear alarma, desconfianza o para desprestigiar una marca, persona o producto. Son los bulos ( hoax en inglés), algunos de los cuales, de tanto repetirse, llegan a calar en la sociedad bajo la falsa imagen de verdad. Y ocurre mucho, como se ha dicho, en el ámbito de la alimentación, un sector muy vulnerable a este tipo de información.
En la mayoría de los casos, un hoax se distribuye en cadena a varios receptores con un contenido que suele provocar impacto y bajo una falsa imagen de fiabilidad. Casi en todos los casos, el mensaje pide ser reenviado a la mayor cantidad de contactos posible. El objetivo es llegar a cuanta más gente mejor y que tenga una gran repercusión social.
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