Windows 10 llegó con bastante polémica por las diferentes funciones que recopilaban datos de los usuarios. Con el paso del tiempo, Microsoft ha ido cediendo el control a los usuarios para que sean estos los que decidan lo que se comparte o no se comparte. Por otro lado, han ido apareciendo programas y herramientas para personalizar y desactivar funciones de Windows 10, algunas de ellas capaces de cambiar por completo la apariencia del sistema operativo de la compañía con sede en Redmond. Ahora, una de esas herramientas, se enfrenta a una denuncia por infracción del copyright.