Un estudio de la Universidad de Oxford publicado en el International Journal Epidemiology concluye que no hay un aumento en los tumores intracraneales del sistema nervioso central debido al uso de la telefonía móvil y tampoco por las ondas de radiofrecuencia.
En esta investigación se examinó durante siete años a 791.710 mujeres de mediana edad del Reino Unido y se encontraron 51.680 cánceres y 1.261 tumores intracraneales, pero no se diagnosticó un incremento sustancial de casos entre los usuarios de móviles. En el artículo se explica que no hubo ni más gliomas ni más meningiomas. No fue el caso del neurinoma acústico, donde sí se apreció un ligero ascenso.
El neurólogo Antonio Escartin, del Hospital de Sant Pau de Barcelona, remarca la importancia del carácter prospectivo del estudio. Según el experto, la gran mayoría de evaluaciones de estas características son retrospectivas: “Se extraen conclusiones a partir de datos pasados”, añade. Sin embargo, las pruebas se desarrollaron en esta ocasión entre 2005 y 2013, período en el que las ventas de móviles se dispararon, lo cual hace más fiable este trabajo científico.
El volumen de artículos presentados sobre las consecuencias de los móviles en el cerebro ha crecido en paralelo a la popularización de los teléfonos. En función de los autores de las publicaciones se llega a resultados y conclusiones distintos.
Por ejemplo, un estudio del National Cancer Institute (NCI) difundido a través del British Medical Journal desmentía los hallazgos de una investigación sueca previa, llevada a cabo en colaboración con la International Agency for Research on Cancer, en la que se decía que el peligro de padecer un glioma es más alto en quienes utilizan el móvil que en quienes no lo hacen nunca.
No obstante, en este trabajo se reflejaba igualmente que la frecuencia de gliomas permaneció constante entre 1992 y 2008, cuando la cifra de usuarios de telefonía subió prácticamente un 100% en Estados Unidos.
El director del servicio de Neurología del Instituto Universitario Dexeus, Jaime Kulisevsky, argumenta que esta disparidad puede deberse a una mala muestra, a un análisis erróneo de los resultados o, simplemente, a la comparación entre dos poblaciones diferentes, en las que no haya la misma cantidad de líneas o con infraestructuras de telecomunicaciones distintas.
“Si el número de tumores hubiese subido realmente, tendría que haberlo hecho de una manera proporcional a la cifra de usuarios, aunque nada es categórico en medicina”, matiza Kulisevsky.
http://www.lavanguardia.com/tecnologia/20131017/54392083782/oxford-exculpa-moviles-cancer.html#ixzz2iJOPpPQU