Se llama Zev Hoover, tiene 14 años, nació en Natick (Massachusetts) y le encanta la fotografía. Parece una historia normal, hasta que contrastamos el modo en que este adolescente ha desarrollado su vocación por la imagen. El joven se ha convertido en toda una celebridad en internet después de publicar en Flickr una serie de fotografías con una particularidad muy especial. Hoover ha encogido a todos los personajes de su obra, aunque el principal protagonista de sus fotos es él mismo, que aparece en distintos entornos de fantasía convertido en un auténtico liliputiense.
El joven no se ha tomado ninguna pastilla milagrosa, ni ha sido alcanzado por un rayo láser, como en las películas, sino que ha utilizado distintas técnicas digitales para reducir el tamaño de las personas, personajes que después se encarga de integrar en un contexto cuyo estilo encaja entre lo bucólico y la ciencia ficción. Para generar el efecto, en ocasiones le basta con jugar con los distintos planos del espacio o la profundidad, colocando a los protagonistas en una posición que sugiere su pequeñez respecto al mundo.
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Sin embargo, en otras fotografías su estilo es mucho más radical y original. En este caso, Hoover aparece, por ejemplo, subido en barcos o aviones de papel, caminando por la rama de un árbol o el teclado de un piano, navegando sobre una balsa cuya vela es la hoja de un árbol, construyendo un castillo de naipes gigante o encerrado en una calabaza.
Una cámara comprada en eBay
Fue la madre del pequeño Hoover quien se percató del talento natural de su hijo. En un primer momento, el adolescente tomaba las fotografías desde su móvil, pero al comprobar que la vocación de su hijo iba en serio, su progenitora decidió comprarle una cámara compacta adquirida en eBay, a la que el joven ha bautizado como Betsy. Su última adquisición ha sido una cámara de vídeo, que en este caso ha llamado Diana, como suele hacer con todos los objetos de su propiedad, ponerles nombre.
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Los Hoover son una familia de artistas. También fue la madre del joven fotógrafo quien afinó la imaginación de su hijo a través de los cuentos de fantasía que acostumbraba a leerle por las noches, una afición por la literatura que ha impregnado a todos los hermanos. No obstante, la imaginación no sería suficiente sin los conocimientos técnicos, en este caso el Photoshop, el programa de retoque con el que uno de sus hermanos le ayuda a crear los mundos paralelos que el adolescente sueña despierto.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2013/06/09/nuevo-fenomeno-de-la-red-el-chaval-que-se-encogio-a-si-mismo-5036/