Publicado el 1 de enero de 2016 por Antonio Rentero
Distintos analistas coinciden en que el año que acaba de empezar no se presenta con buenas perspectivas para la marca de la manzana mordida con una previsión decreciente de las ventas de sus dispositivos más populares.
Sería la primera vez en que las ventas de iPhone disminuyeran y además los iPad no parece que vayan a tener este año su mejor momento con una importante contracción también en las ventas. Por otro lado el nuevo dispositivo, el Apple Watch, no está resultando ser el éxito comercial que en Cupertino hubieran deseado, por lo que todas las previsiones que manejan una parte importante de los analistas conducen a un diagnóstico nada positivo para Apple.
A cambio otras áreas de negocio tanto en productos como en servicios tan solo mantendrían un comportamiento correcto, por lo que no tendrían una influencia importante en la buena marcha en general de la marca. Así el nuevo AppleTV parece que va a tener una buena acogida comercial pero sin que tampoco suponga un aluvión de ventas, mientras que Apple Music va a continuar proporcionando unos ingresos aceptables pero poco más.
Todo esto no supone que tengamos que empezar a hablar de una grave crisis en Apple, entre otras cosas porque el gran tamaño de la empresa hace que haga falta realmente casi un cataclismo para que se vea gravemente afectada. Estamos hablando de una empresa que está al borde de un valor por capitalización bursátil de 600.000 millones de dólares, que cuenta con una reserva líquida (dinero en metálico, contante y sonante) superior a los 200.000 millones de dólares y que en el último trimestre de 2015 se calcula que facturó ventas por un total de 77.000 millones de dólares.
Con todo esto queremos decir que un “año malo” para Apple podría significar el mejor año soñado por casi cualquier empresa del mundo, obteniendo incluso en tan adversas circunstancias unas ganancias y beneficios de récord.
No obstante el iPhone es el producto más importante para Apple por el elevado porcentaje sobre el total de sus ingresos y beneficios que supone la venta del mismo, y unos augurios poco optimistas sobre sus potenciales ventas podría suponer un importante descenso en las cuentas finales en Cupertino.
Las cifras que estiman los analistas hablan de un 6 % de descenso en la venta de iPhones durante 2016 en comparación con 2015, un porcentaje que además se salvaría en el tramo final del año cuando previsiblemente aparezca en otoño el nuevo iPhone 7, animando las ventas, pero que en los primeros meses de este año podría llegar a caer un 10%. Teniendo en cuenta que las ventas de iPhone suponen el 63 % de los beneficios de Apple, estamos hablando de un significativo descenso de los mismos.
Otro de los problemas para Apple durante 2016 podría suponerlo el descenso en las ventas de los distintos modelos de iPad, y es que a pesar de haber conseguido una completa gama de soluciones para quien necesite un tablet en tres tamaños distintos (Mini, Air, Pro) parece que el mercado del tablet está saturado y tras un compás de estancamiento ahora toca contracción.
Los ordenadores, principal negocio inicial de Apple, hoy día apenas suponen un 8 % de los beneficios de la marca, y afortunadamente se mantienen en crecimiento (un 4 % de aumento durante el último trimestre) especialmente en un momento en el que el mercado del PC está en franca decadencia. Casi parece que nadie quiere comprar ordenadores (dejando a un lado los usuarios empresariales y las administraciones públicas) y que los únicos que se mantienen apostando por estos dispositivos son los clientes de Apple.
En el extremo opuesto, el producto más novedoso, el recién llegado Apple Watch, mantiene unas ventas muy discretas aunque creciendo lentamente, pero su peso en el conjunto es tan marginal que en la última rendición de cuentas de la empresa ni siquiera mereció mención en capítulo individual.
Y por último, en un momento en el que las ventas de los productos declinan es imperativo reforzar la fidelidad de los clientes con los servicios, y ahí nos encontramos con que hay soluciones que funcionan mejor que Apple Music o Apple Maps (Spotify o Google Maps) y que Siri aún no termina de ser el perfecto asistente inteligente que quizá se correspondería más adecuadamente con los habituales estándares de calidad casi insuperable que constituían la marca de la casa hace unos pocos años.
Pese a todo puede concluirse que Apple va a seguir siendo una máquina de ganar dinero durante 2016, aunque algo menos que en 2015.
vINQulo
Business Insider
http://www.theinquirer.es/2016/01/01/malas-previsiones-para-apple-en-2016.html