Óscar Sánchez es Director General de Tech Sales Group
El Siglo XXI ha traído nuevas formas de emprender, apoyadas en una tecnología como es Internet y una nueva manera de entender la vida y el desarrollo profesional. Se ha desmitificado tal dicho de que para triunfar como emprendedor hay que dejarse la piel 20 horas diarias. Aquí os presentamos un estudio que revela los nuevos tiempos que corren para los emprendedores.
Con este titular lanzamos un órdago a muchos prejuicios sobre los emprendedores. Se dice que estos son los que más trabajan y que lo hacen de forma desmesurada. Nada más lejos de la realidad. El Siglo XXI ha traído nuevas formas de emprender, apoyadas en una tecnología como es Internet y una nueva manera de entender la vida y el desarrollo profesional. Se ha desmitificado tal dicho de que para triunfar como emprendedor hay que dejarse la piel 20 horas diarias. Aquí os presentamos un estudio que revela los nuevos tiempos que corren para los emprendedores.
El lema de que los emprendedores son los que menos trabajan podría ser el reclamo que tanto hace falta para que aumenten los que se atrevan a dar el paso. Ya hoy es una realidad que se plasma en todos aquellos que han tomado la decisión de trabajar para si mismos. Es también un buen incentivo para todos aquellos que se lo están pensando y están realizando la reflexión final. He aquí una causa más para que podáis decidiros de una vez.
En el estudio se revela que los que tienen su propio negocio dedican menos horas que los que trabajan para cuenta ajena. La flexibilidad que les permite su horario y una dedicación fructuosa produce que las horas que se ejercen se hagan con una eficiencia y productividad mayor. Otra variable que conlleva a reducir las horas es la importancia que se le da al disfrute personal y la conciliación con la familia.
Pero hay muchos emprendedores que ya tienen su propio proyecto y resulta que trabajan más que nunca. Es el caso por ejemplo de Charles, un buen amigo mio. Desayuné el pasado jueves y resulta curioso su andadura. Ha estado dos años de su vida trabajando una media de 16 horas diarias con el único fin de acumular cuanto más dinero mejor para así poder plantearse una vida mejor. El resultado es que se ha desgastado enormemente, ha envejecido, y el negocio no le ha ido muy bien al pelearse con un socio. Resulta que se ha tenido que ir con prácticamente nada y con dos años tirados por la ventana.
El camino de Charles no es el camino a emprender.
Fuente: :http://www.baquia.com/noticias.php?id=14381