El objetivo de los ciberataques es, cada vez con más frecuencia, información crítica de grandes compañías o secretos industriales, de acuerdo con un informe (PDF) de la compañía de seguridad McAfee.
La citada compañía de seguridad ha compilado una serie de datos que demuestran que un número creciente de ciberdelincuentes está especializándose cada vez más en el robo de datos de redes corporativas, un enfoque que desde hace años viene preocupando tanto a grandes compañías como a otras firmas de seguridad informática.
"Los cibercriminales han cambiado su enfoque hacia propiedades basadas en datos, como secretos comerciales o documentos de planificación de productos", comenta Simon Hunt, vicepresidente y director de tecnología de seguridad de McAfee.
Se trata de una actividad que se ha visto impulsada, siempre según McAfee, desde que se ha avanzado en sistemas de almacenaimiento remotos (la 'nube') por parte de terceras compañías en otros países, un sistema más barato y consecuencia de la crisis económica.
Parece que existen grandes beneficios en esta actividad. "La economía cibernética 'underground' está haciendo dinero en el robo del capital intelectual del mundo empresarial, que incluye secretos comerciales, planes de comercialización, resultados de investigaciones e incluso el desarrollo de código fuente", asegura la compañía.
Otro factor que ha contribuido a aumentar las brechas de seguridad en las empresas han sido la proliferación de dispositivos de acceso remoto a información sensible, sobre todo teléfonos inteligentes y tabletas, cuya protección es considerada como "todo un reto".
En declaraciones a la cadena BBC, el director de tecnología de McAfee para Europa, Raj Sumani, asegura que, a pesar de que los datos empresariales siempre han sido objetivos de virus y troyanos, cada vez con más frecuencia estos 'ciberdelincuentes' "actúan según lo que sus clientes les piden", es decir, casi siempre son encargos.
"Hemos visto ataques importantes dirigidos a este tipo de información. Ataques sofisticados, como la Operación Aurora, e incluso mucho menos sofisticados, como la operación Noche del Dragón, han desembocado en la infiltración en algunas de las de las compañías más grandes y aparentemente mejor protegidas del mundo", recuerda Simon Hunt.
Ejemplos como los ataques relativamente recientes contra compañías como Google, firmas de la podeosa industria petrroquímica, e incluso a instituciones púbñicas muy sensibles, como el Pentágono o instituciones públicas como la Comisión Europea, la pasada semana, parecen confirmar esta tendencia.
FUENTE :http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/28/navegante/1301303063.html