Tras comprobar si los vehículos circulan con la ITV pasada, la Dirección General de Tráfico (DGT) comenzará en breve a cotejar a través de lectores de matrícula instalados en los paneles de las carreteras si los coches circulan con seguro. Lo ha explicado la directora General de Tráfico, María Seguí en Barcelona con motivo del Salón del Automóvil. La monotorización de los vehículos sin ITV se comenzó a realizar durante las pasadas vacaciones de Semana Santa, y reveló que el 3% de los coches circulan con la inspección caducada. Por ahora, la DGT se limita a comunicar la infracción a los propietarios de los vehículos en lo que llama una campaña informativa. La intención es denunciarles más adelante.
Estas acciones se enmarcan en el Plan de Movilidad Segura y Sostenible, del que Seguí ha avanzado los principales puntos en Barcelona. Entre otras cuestiones, la DGT, que lo tendrá redactado en los próximos meses, se ha fijado el objetivo de rejuvenecer el parque automovilístico español. Actualmente, la mitad de los coches que circulan tienen 9,5 o más años (hasta 13 en el caso de furgonetas y camiones pesados) y persigue rebajar la edad a siete años en 2016 (seis para las motos).
“Existen abundantes razones para justificar que los coches que tienen siete años son el grueso de los que incorporan el mínimo de medidas de seguridad pasiva que marcan la diferencia entre la vida y la muerte”, ha defendido la directora, que ha citado el sistema de estabilización ESP, que según un estudio internacional que ha citado podría salvar 600 vidas al año, algo menos de un tercio de las víctimas que se producen anualmente en España (2.060 en 2011). Seguí no ha especificado cómo logrará este objetivo, pero ha dejado muy clara la intención de apoyarse en herramientas como las tecnologías de la información o la citada monitorización para marcar de cerca a los conductores y propietarios. No ha explicado si se producirán incentivos para la compra (más allá del actual Plan PIVE 2) que faciliten la renovación en en el quinto año consecutivo de caída de las matriculaciones como consecuencia de la crisis.
Los cinco objetivos prioritarios de la DGT son mejorar los sistemas de información, la reforma del sistema de obtención y renovación del permiso, la “visión cero de alcohol y drogas”, la movilidad segura y la accesibilidad de conductores discapacitados. Seguí ha subrayado que si bien la DGT no tiene competencias sobre la homologación y criterios de la ITV, sí las tiene sobre la “gestión y custodia de la documentación de los vehículos, desde la fabricación, matriculación y baja, hasta la ITV y los seguros”.
Además de controlar la ITV y los seguros, la DGT lleva la idea de controlar el historial de reparaciones y siniestros de los vehículos. El objetivo, por poner un ejemplo extremo, es que con esta “trazabilidad” alguien pueda revender un vehículo que haya sido declarado en siniestro total. El vicepresidente de la patronal de los fabricantes Anfac, Mario Armero, ha aplaudido una medida que ha asegurado que es una “reclamación histórica”.
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