Las redes sociales son un espacio cómodo, rápido y efectivo para comunicarse con unos y con otros. Pocos pueden negar sus innumerables ventajas, pero también pocos pueden eludir su lado oscuro: la posibilidad de, camuflado en el anonimato de una identidad falsa, hacer la vida imposible a cualquiera. Las consecuencias sobre estas actuaciones son imprevisibles, porque ¿cómo reaccionaría si cada vez que abriera el ordenador se encontrara con frases insultantes e hirientes sobre su persona extendiéndose sin control por la red?
Hay quienes obvian estos ataques, pero hay otros que pueden vivir este acoso como un auténtico suplicio, llegando incluso a destrozarles literalmente la vida. Pero hay también quien tiene el valor de acudir a las Fuerzas de Seguridad y a la Justicia. En el 2010, últimos datos anuales completos que se tienen, se registraron 1.187 denuncias por amenazas y coacciones en internet, cinco veces más que en el 2006, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior a la senadora de CiU Coralí Cunyat.
El ciberacoso -agresión psicológica, sostenida y repetida en el tiempo, utilizando las nuevas tecnologías- es especialmente serio y grave cuando la víctima es un menor, entre otras cuestiones, porque socava su bienestar e invade espacios muy necesarios como su descanso o el tiempo de estudio, señalan desde Protégeles, unas de las oenegés con las que colabora el Gobierno para concienciar, combatir y asesorar sobre estos hechos, junto a Save the Children, la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (Anar). Desde estas entidades, recomiendan a quien reciba este tipo de mensajes que no conteste al mismo, porque la réplica lo único que hace es envalentonar al que lo emite; eso sí, es preciso guardarlo para que quede un registro del mismo. Y, si la situación se repite, comunicarlo a los padres, los profesores o a alguna de las oenegés citadas.
Porque la denuncia es la mejor manera de combatir este tipo de acosos, incluido el que padecen algunas adolescentes por parte de sus parejas o ex parejas sentimentales.
Precisamente a estas menores va dirigida una aplicación gratuita que el próximo 15 de enero pondrá en marcha el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tal y como anunció hace unas semanas la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández. "Las jóvenes siguen las nuevas tecnologías y con esta aplicación, que se podrá descargar desde la web del ministerio, pretendemos que las chicas sean capaces de detectar ellas mismas una situación de maltrato, decirles qué es lo que tienen que hacer para salir de ella, cómo dirigirse a las instancias que las puedan ayudar y qué recursos tienen", señala Hernández.
En su escrito a la senadora Coralí Cunyat, el Ministerio del Interior recuerda que las Fuerzas de Seguridad disponen de unidades especializadas que establecen y desarrollan las estrategias adecuadas para prevenir y combatir el acoso a menores a través de la red y, si éstas comprueban la existencia de delitos, los investigadores informan a la fiscalía.
En el caso de los adultos, también existe una vigilancia para atajar las amenazas y coacciones y se ha habilitado en la web corporativa de los cuerpos policiales un buzón a disposición de los ciudadanos para que puedan comunicar "todo tipo de información o datos de actividades sospechosas". Según Interior, en el primer semestre del 2012, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Foral Navarra han tenido conocimiento de 92 infracciones penales por amenazas y coacciones en las redes sociales, de las que 11 fueron delitos y 81 faltas.
Desde el Gobierno se recuerda que la reforma del Código Penal endurece el castigo por hostigamiento, amenazas y acoso a cualquier persona a través de las redes sociales y de los teléfonos móviles, así como la difusión de imágenes íntimas tomadas incluso con el consentimiento de la víctima. No sólo se penalizará a quien difunda por primera vez, también a quien recibiéndolas las ponga en circulación en la red.
FUENTE :http://www.lavanguardia.com/internet/20130107/54358864382/las-denuncias-por-coacciones-en-internet-se-triplican-en-cinco-anos.html