Greg Gage y Tim Marzullo, ingenieros de la Universidad de Michigan, llevan años mandando cucarachas por correo. Ahora envían una docena por unos 18 euros y, por otros 74, un kit para operarlas y transformarlas en mitad insecto, mitad robot. Su objetivo es enseñar a los niños a controlar la mente de los insectos.
Gage y Marzullo fundaron la compañía Backyard Brains por su experiencia con jóvenes interesados en la neurociencia. Como estudiantes universitarios, querían enseñarles a los niños cómo «sonaba» la actividad cerebral, pero los equipos eran demasiado caros para las demostraciones. Para sus clases, inventaron un microcircuito para oír y ver la actividad neuronal en invertebrados, habitualmente grillos y cucarachas, sus preferidas por su vida cerebral más intensa. Dicen que no querían que los niños interesados en ciencia tuvieran que esperar a hacer un doctorado.
LEER MAS: http://www.elmundo.es/ciencia/2013/11/12/5281262a63fd3de44c8b4582.html