La picaresca, que en su práctica acaba en delincuencia, adopta hoy nuevas formas tecnológicas. Por ejemplo a la hora de pasar un examen o de conseguir una titulación. Si antes se copiaba, se hacían chuletas o se conseguían las preguntas del examen con anterioridad, hoy las trampas pueden pasar por el uso de atajos cibernéticos.

Cuenta Kaspersky que hoy existe una industria clandestina que cuenta con foros de discusión y también con tutoriales en vídeo que explican cómo hackear el sistema de un colegio para cambiar calificaciones, mejorar los registros de asistencia, interrumpir exámenes o hacerse con certificados y diplomas falsos. Todo ello puede ser para uso propio o para venderlo en el mercado negro.

Esta compañía cita en su blog algunos ejemplos recientes. En marzo de este año, unos estudiantes fueron acusados de haber hackeado PowerSchool, una de las plataformas de información para escuelas más populares de EE UU, para cambiar sus notas y mejorar sus registros de asistencia. Como los usuarios utilizan los mismos accesos en diferentes webs, es muy probable que estos portales estén siendo hackeados mediante información robada o reutilizada.

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