En enero, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, solicitó un estudio sobre hiperconexión involuntaria de los niños. La comisión especial encargada de realizarlo, le entregó este martes el informe de cien páginas al jefe de Estado. En él advierte de “los efectos negativos directos e indirectos de las pantallas”, en particular sobre el sueño, la inactividad física y la miopía.
Los diez expertos de la comisión describen las redes sociales como “factores de riesgo” de depresión o ansiedad en casos de “vulnerabilidad preexistente”, y consideran “alarmante” el nivel de exposición de los niños a contenidos pornográficos y violentos.
En un momento en el que no hay consenso entre los investigadores sobre el efecto nocivo de las pantallas en los niños, la comisión recuerda que éstas “no son la causa de los trastornos del neurodesarrollo”, pero pide “vigilancia” para “evitar la amplificación de los síntomas”.
Para “recuperar el control”, los expertos piden que se impida todo uso de las pantallas a los niños menores de tres años, y que se limite “severamente” el acceso entre los tres y los seis años, “con contenidos de calidad educativa y acompañados por un adulto”.