En el mundo de la tecnología en general una de las situaciones más temidas es el ataque por parte de algún tipo de código malicioso. Y es que la infección por un virus informático puede acarrearnos multitud de problemas en nuestro ordenador, lo que afecta de manera directa a los datos y aplicaciones almacenadas.
A pesar de que con los años estos ataques por virus se han ido convirtiendo en cada vez más complejos, algo similar sucede con las soluciones de seguridad disponibles. Decimos todo esto porque al mismo tiempo que los ciber delincuentes se han adaptado a la situación actual, lo mismo sucede con los desarrolladores que se centran en protegernos. Sirva como ejemplo que los antivirus instalados en el PC cada vez son más potentes y disponen de funciones más avanzadas. Todo esto ayuda en mayor o menor medida a salvaguardar la integridad de nuestro equipo, sistema operativo, y datos almacenados.
Sin embargo, prácticamente ningún software de seguridad es 100% efectivo, por lo que, a pesar de disponer de este software, se corren riesgos. Algo que también debemos tener muy en consideración es que nosotros mismos debemos tomar ciertas precauciones. Todo ello ayuda en gran medida a evitar la llegada de virus y todo tipo de códigos maliciosos a nuestro ordenador. Por ejemplo, no debemos fiarnos de los correos de fuentes desconocidas, evitar las descargas desde páginas sospechosas, analizar cualquier fichero del que desconfiamos, provenga de la vía que provenga.
Pero con todo y con ello en ciertas ocasiones se puede dar el caso de que algún tipo de malware llegue a nuestro ordenador e infecte nuestros datos. Llegados a este punto se puede dar el caso de que nos preguntemos lo que sucederá con nuestros ficheros personales si se han infectado.