Constantemente estamos evaluando el precio de los productos que vamos a comprar y en muchos casos los llegamos a considerar caros. No obstante, la inmensa mayoría de las veces no nos acordamos de que esos productos, en realidad, son más baratos que los móviles. Incluso los tablets. ¿A qué se debe este gran precio de los móviles? ¿Tiene justificación?
La respuesta a esta pregunta no podría acabar de ser del todo clara, y siempre será un foco de debate muy importante. En realidad, a pesar de las innumerables razones que se puedan dar, siempre llevará a una última… que va a ser la última de las tres que vamos a tratar, y que, de todas, es la más segura. En cualquier caso, hay cosas que sí hay que tener muy en cuenta a la hora de realizar una valoración y que no son mesurables.
El coste de la minimización
La principal diferencia entre un móvil y un tablet es el tamaño de los dos. Mientras que uno no suele pasar de las cinco pulgadas, los tablets superan las siete pulgadas, y pueden llegar a ser de 13 pulgadas. Cualquiera podría pensar que una pantalla de mayor tamaño es más cara, y a su vez eso supone una batería de mayor tamaño que también es más cara. Por supuesto, supone utilizar más metal, cristal o plástico, para fabricar el propio tablet, lo que de nuevo, es más caro. Y en realidad, todo esto es cierto. Solo tenemos que remontarnos al iPad 2 y al iPhone 4, de los cuales conocemos los precios de los componentes. Se calcula, que en ese caso, el iPad 2 costaría 325 dólares a Apple, mientras que el iPhone 4 costaría 190 dólares. Mientras que el iPhone siempre ha rondado el precio de venta de los 600 dólares o más, el iPad no ha superado los 500 dólares (hablamos de las versiones más básicas). Es decir, mientras que la diferencia de coste de componentes es de más de 100 dólares a favor del iPad, la diferencia de precio final es mucho mayor de 100 dólares en favor del iPhone.
La miniaturización sería uno de los motivos. A priori, puede parecer que un componente es menos costoso porque tiene menos material y en algunos casos menor calidad (es más pequeña o tiene menos capacidad). Sin embargo, no siempre es así. El reducir un determinado componente a un tamaño muy pequeño supone un coste. En muchos casos hay que desarrollar la tecnología para fabricar esos componentes, o utilizar una tecnología que sea menos común y que, por tanto, es más cara. Al final, componentes de “menor calidad” son más caros por lo que cuesta fabricarlos.
Y a esto habría que sumarle un factor, el del ensamblaje. Ensamblar componentes más pequeños en un dispositivo más pequeño es mucho más caro que ensamblar componentes grandes en un dispositivo grande. Solo hay que pensar en la diferencia entre pintar un cuadro de pequeño tamaño, y pintar una pared, y en qué es más complicado.
Por otro lado, productos muy nuevos son más caros al principio que con el paso del tiempo. Las televisiones LCD eran más caras hace años, superando notablemente los 1.000 euros. Hoy en día es muy fácil comprar una de este tipo por unos pocos cientos. Y todo porque ha pasado tanto tiempo que las compañías han amortizado ya la inversión en desarrollo que hicieron al principio. Una empresa que invierte en una tecnología de fabricación, en un nuevo componente, o en una división de smartphones, tratará de amortizar los productos en no demasiado tiempo, lo que hace que los precios de venta sean siempre mayores antes que después.
El chip de conectividad móvil
El segundo aspecto que encarece un móvil con respecto a un tablet es su capacidad para realizar llamadas. Y aquí hay que hacer dos diferenciaciones. Está la capacidad para realizar llamadas, y la capacidad para conectarse a una red y utilizarla, que no es lo mismo. Fabricantes como Qualcomm, Intel, Nvidia, y otras empresas que se dedican al desarrollo de procesadores, componentes, y tecnologías, han patentado una serie de protocolos de conexión que no se pueden utilizar sin su permiso. Dicho de otro modo, no se pueden utilizar si no se llega a un acuerdo en el que se les paga. Un componente que puede tener un precio en concreto, se ve encarecido por el precio que lleva el utilizarlo, el adquirir las licencias.
Y como hemos dicho, hay diferencia entre conectarse a Internet y realizar llamadas. ¿Por qué hay tablets con 3G que no pueden realizar llamadas? En muchas ocasiones, las patentes o los registros de las compañías hacen referencia a la capacidad de esa tecnología para un fin en concreto. Por ejemplo, chips de comunicación que permiten transferir datos para que los usuarios puedan hablar con otras personas. Si el tablet no sirve para realizar llamadas, sino solo para conectarse a Internet, no habrá que pagar por tantas licencias. Y todo ello sin contar con que las distintas compañías podrían llegar a diferentes acuerdos en función de las capacidades que vaya a tener el dispositivos. Supongamos que es Qualcomm la que tiene una determinada licencia que quiere utilizar Samsung. Esta última pagará 80 euros por utilizar una tecnología para conectarse a redes inalámbricas, mientras que pagarán 140 euros si quieren que pueda también llamar, aunque en realidad sea la misma tecnología.
La oferta y la demanda
Y por último, nos centramos en la que, de todas, es la más importante. Al final, todo está marcado por la ley de la oferta y la demanda. No importa lo que te haya costado fabricar el móvil, si los usuarios están dispuestos a pagar cuatro veces eso, no rebajes el precio, deja que paguen cuatro veces eso. Es más, en muchas ocasiones esto se convierte en algo distinto. Fijar el precio en los 700 euros puede ayudar a que la imagen de los usuarios sobre ese móvil sea todavía mejor que si el móvil costara en realidad 300 ó 400 euros. Apple es de las que dice: “¿Cuándo hemos lanzado nosotros productos baratos?”. Esa frase tiene doble filo. Por una parte, ellos nunca fabrican productos malos, podrían decir. Por otro lado, ellos nunca lanzan productos baratos, aunque en realidad no les cueste tanto fabricarlo. Y lo mismo se puede decir de absolutamente todas las compañías del mundo que tratan de ganar dinero. Hemos hablado de Apple, pero podemos hablar de Samsung, Sony, LG, Google, etc.
En el mercado de los smartphones solo hay dos tipos de compañías que no siguen esta tónica. Están las que están apareciendo ahora, esas marcas europeas o chinas que tratan de vender sus productos y ganarse la vida, con un margen que consideran lógico y normal; y luego está Google. Google lanza smartphones cuyo precio no sigue la ley de la oferta y la demanda, sino que sigue la ley de que ellos quieren mandar y poner las normas. No decimos que Google no sea de las que quiere ganar dinero. En realidad, solo es un paso más para ganar dinero, aunque Google gana dinero por la publicidad.
Y sí, podemos hablar de muchísimas razones que pueden hacer que un móvil sea más caro que un tablet, pero lo cierto es que al final, todas esas pueden ser ignoradas por un sola, y es esta, la de la demanda y la oferta. Si mañana hace falta perder dinero por vender un móvil, se vende con tal de que la empresa se mantenga viva. No vamos a llegar a eso, pero muestra muy claramente cuál es la situación del mercado y cuál es el verdadero motivo por el que se paga tanto por un móvil y tan poco por un tablet. Simplemente, estamos dispuestos a pagarlos, y los pagamos.
http://androidayuda.com/2013/12/15/por-que-los-moviles-son-mas-caros-que-los-tablets/