El pasado mes de enero, los usuarios de WhatsApp empezaron a temer por la privacidad de sus mensajes y llamadas, dado que la aplicación de mensajería instantánea anunció que actualizaría su política de privacidad y términos de servicio.
Aunque algunos pensaron que los cambios significaban que la 'app' —que desde 2014 pertenece a Facebook— podría leer sus conversaciones y compartir más de sus datos con esa red social, WhatsApp ha negado ambos escenarios, argumentando para el primero que todos los mensajes están cifrados de extremo a extremo.
"Todavía estamos trabajando para contrarrestar cualquier confusión y comunicándonos directamente con los usuarios de @WhatsApp", sostuvo la compañía el 15 de enero. "A nadie se le suspenderá o eliminará su cuenta el 8 de febrero. Pospondremos nuestros planes comerciales hasta después de mayo", aseguró.