A mediados de año conocimos que Movistar iba a cerrar una central de cobre al día hasta 2020. El imparable avance de la fibra óptica, cuyas líneas superaron por primera vez a las de ADSL en España hace ya unos meses, es inevitable y la tecnología de par de cobre ya no tiene ningún sentido. Esa “prisa” de Movistar hace que los operadores alternativos que acceden a ellas en la modalidad de ADSL indirecto deban dejar de ofrecer también este servicio. Vodafone ya ha fijado la fecha para que su ADSL indirecto cierre y deje de ofrecer este servicio a los clientes.

Este año se cerrarán 253 centrales, 200 en 2019 y 200 más en 2020. El ADSL continúa su lenta muerte después de ser la tecnología mayoritaria de conexión a Internet en la última década. El rápido avance de la fibra óptica, terreno en el que España lidera a nivel mundial, obliga a ir cerrando las obsoletas centrales.

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