Google necesita que su ecosistema siga creciendo y para ello es necesario aumentar el parque de equipos utilizando sus servicios. Los portátiles Chromebook son un exponente de esta estrategia

Los movimientos de Google en el terreno del hardware son siempre timoratos. Es un ámbito en el que no terminan de estar a gusto y lo acabamos de ver con la muerte súbita de las Google Glass. Sin embargo, la compañía necesita como el aire que su ecosistema siga creciendo y para ello es necesario aumentar el parque de equipos utilizando sus servicios.

Los portátiles Chromebook fueron un buen exponente de esta estrategia: sin disco duro, ni virus y todo absolutamente en la nube, su llegada fue recibida inicialmente con escepticismo. Parecían carne de batacazo, pero no pasó mucho tiempo antes de que los primeros bloggers que comenzaron a utilizarlo se deshicieran en halagos. Rápido, sencillo y muy efectivo, el Chromebook era la solución perfecta para muchos, pero arrastraba el sambenito de low-cost. A Google no le gustó nada esa imagen proyectada, y presentó poco después el Pixel, un pata negra con el que demostraba hasta dónde se podía llegar. Eso fue en 2013 y ahora la marca ha confirmado que en breve lanzará un nuevo modelo de Pixel, y atentos, porque el primero resultó impresionante.

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