Quien quiera chatear con Facebook deberá bajarse obligatoriamente su aplicación Messenger. Al menos, españoles, ingleses, franceses, italianos y europeos en general, que han empezado a recibir una comunicación en ese sentido. Hasta ahora se podía chatear desde la misma red social, sin ninguna aplicación extra.
"La medida tiene por objeto garantizar que los usuarios tengan una experiencia consistente y de alta calidad", señaló a Reuters un portavoz de Facebook. La aplicación gratuita e independiente Messenger -propiedad también de Facebook- es más rápida que el servicio de mensajería que está actualmente integrado en la aplicación móvil de Facebook. Y permite acceder a más funciones, como las llamadas de voz.
La segunda novedad en la política de Facebook para su mensajería instantánea llega dos meses después de la compra de WhatsApp por casi 20.000 millones de dólares. Es decir, que Facebook tiene dos sistemas de mensajería, pero, según los primeros pasos dados, cada cual va a tener funciones bien diferentes.
Messenger, según estas novedades, va a ser un servicio de mensajería instantánea polivalente, al estilo de las asiáticas Line, WeChat o Kakao que se emplean no solo para mensajes de texto o llamadas de voz sino también para jugar o para lanzar ventas flash de productos con grandes descuentos.
El otro servicio de Facebook, WhatsApp se mantendría igual, según las reiteradas promesas de su cofundador Jan Koum, solo para comunicación, sin publicidad, sin juegos y ni ninguna clase de mercadillo.
WhatsApp, el actual líder de mensajería con 450 millones de usuarios mensuales, resulta, sin embargo, que es demasiado simple para los gustos asiáticos, con lo cual Facebook ve que en ese continente va a perder mercado ante los imparables Line y WeChat.
Pero por otro lado, WhatsApp es maravillosamente simple y eficaz para el gusto europeo y latinoamericano y para un usuario que agradece la simplicidad de realizar una cosa bien y rápida. Especialmente, en el difícil mundo de la gente mayor, WhatsApp es una herramienta que sabe utilizar y que no quieren que ninguna otra aplicación les distraiga.
Ahora se verá si esta doble estrategia de Facebook les permite triunfar en todos los mercados, o, al contrario, confunde. Forzar a los usuarios a instalar una aplicación de mensajería por separado en sus teléfonos ayudará a aumentar la popularidad de Facebook Messenger, aunque también podría causar una reacción contraria.
La red social con 1.250 millones de usuarios se ha desplazado cada vez más hacia el desarrollo de un catálogo de aplicaciones independientes para complementar su aplicación principal y retener y ampliar público. En enero lanzó Paper, una aplicación de lectura de noticias, en 2012 compró el servicio de filtros de fotos Instagram y, entremedias no pudo hacerse con la red juvenil SnapChat.
Line tiene ya cerca de 400 millones de usuarios registrados y el 60% de sus 338 millones de ingresos en el último trimestre le llegaron desde los juegos; en el caso de WeChat, con 335 millones de usuarios, tuvo en tres meses 570 millones de descargas de juegos en China, y la coreana Kakao, con 140 millones de usuarios, ganó el pasado año 58 millones de dólares. A la competencia asiática se añaden la norteamericana Tango, aunque recientemente la china Alibaba entró en su accionariado, y la israelí Viber, comprada por la japonesa Rakuten. Demasiada competencia como para que Facebook lo fíe todo a su WhatsApp, sin publicidad ni juegos ni compras, pese a haber pagado por él casi 20.000 millones de dólares.
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