Las nuevas actualizaciones de los sistemas operativos no son compatibles con los dispositivos más antiguos, ya sean iOS o Android, y lo mismo ocurre con aplicaciones y servicios. En algunos casos se pierden funcionalidades o se reciben actualizaciones estrictamente de seguridad y poco más. En otros casos, como ocurre con WhatsApp, la aplicación deja directamente de funcionar.
La popular aplicación de mensajería instantánea propiedad de Facebook actualiza periódicamente la lista de dispositivos en los que va a ir desapareciendo. Cuando iniciaron esta política de tierra quemada arguyeron que se trataba de ahorrar para dedicar recursos técnicos y humanos al soporte de los modelos más recientes.
Algo hasta cierto punto razonable, porque cuantas más versiones de sistemas operativos admitas, más personal necesitarás para mantener al día esas distintas versiones de la aplicación. Pero, por muy razonable que sea, seguro que a más de uno le fastidia saber que va a perder la que quizás sea una de las aplicaciones más usadas en todo el mundo (admitámoslo, a muchos el teléfono les sirve para WhatsApp y poco más).
El caso es que, con el cambio de año, los usuarios de dispositivos que no tengan al menos Android 4.0.3 (Ice Cream Sandwich, lanzado en 2011) o iOS 9 (2015) no podrán ni instalar la aplicación ni verificar su cuenta. Sí, aclara la compañía, tendrán la posibilidad de seguir usándola a partir de enero de 2021, durante un poco más, si ya la tenían instalada y habían verificado la cuenta.