Detección y respuesta basadas en Ciberinteligencia. Parte 1: Los pilares básicos
Las operaciones de seguridad de hoy en día se asemejan a un “¿Dónde está Wally?” a escala masiva. El extenso y complejo enjambre de sistemas, alertas y ruido general, complica exponencialmente la acción de encontrar la aguja en el pajar. Y por si esto no fuera suficiente, nos encontramos con la problemática de la visibilidad: los operadores ni siquiera disponen de la imagen completa, ya que carecen de parte de la información relativa a la actividad de su infraestructura; o la “mutabilidad de Wally”: el cambio y sofisticación continua de las técnicas de los atacantes (Cybercrime as a service) dificulta aún más las posibilidades de encontrar a “nuestro Wally”.
Con la llegada de GDPR, la mayoría de organizaciones tenemos la obligación de comunicar los incidentes y su impacto asociado dentro de nuestro ecosistema y, además, asumimos el riesgo derivado de las fuertes penalizaciones económicas que prevé la nueva regulación y que exige cambios rápidos e importantes, y.
Desde ElevenPaths, hemos definido una estrategia para afrontar estos retos, construyendo una serie de productos, servicios y capacidades que ponemos a disposición de nuestros clientes para ayudarles a dar respuesta a este nuevo y complejo escenario.
En primer lugar, resolveremos el problema de visibilidad. Para ello, el mejor punto de partida es el endpoint, un campo donde verdaderamente se gana o se pierde la batalla en la mayoría de las ocasiones, siendo el lugar en el que se almacena la información de las organizaciones más anhelada por los atacantes. Son fácilmente atacables e infectables (email, web, programas, disco USB, red local, etc.), e incluso en la mayoría de ocasiones se encuentran fuera del control del IT de nuestra empresa (escenarios de movilidad, conexión a redes no confiables, uso personal, BYOD, etc.).
Actualmente, la mayoría de compañías emplean solamente antivirus tradicionales para proteger sus endpoints. Estos elementos de seguridad han llevado a cabo su función correctamente (bloquear amenazas conocidas) durante muchos años, pero en el escenario actual de sofisticación y mutación de los ataques actuales necesitan un complemento. Aquí es donde entra la nueva generación en protección de endpoint, los denominados sistemas de Endpoint Detection & Response (EDR).
Un EDR ofrece:
Visibilidad completa de lo que está ocurriendo en el endpoint: actividad sobre procesos, memoria, registro, ficheros, actividad en red, etc.
Detección post-ejecución de malware o exploits desconocidos basada en análisis de comportamiento y el empleo de técnicas de inteligencia artificial.
Capacidades de extracción de información forense completa para analizar incidentes, y acciones de respuesta manual y automática (aislar un endpoint, matar procesos/servicios, extraer un fichero o memoria del endpoint, actualización de programas, etc.).
Por tanto, el EDR debe ser, sin ninguna duda, un elemento indispensable dentro de la estrategia de defensa de cualquier organización, pero no el único. Conocer y comprender a nuestros adversarios es crucial si queremos anticipar y detectar nuevos ataques que se escapan de nuestras soluciones defensivas. En este punto entra en juego la inteligencia de amenazas que nos proporciona la información necesaria para poder perfilar y divisar a nuestro particular “Wally”.
Más información: http://blog.elevenpaths.com/2018/07/deteccion-respuesta-ciberinteligencia.html
Saludos.