Como ocurre a muchas personas atareadas, la vida de Delyn Simons, ejecutiva de 42 años, se ha convertido en una aplicación para teléfono abierta con una mezcla de información personal y de empresa. “Tengo Dropbox, Box, YouSendIt, Teambox y Google Drive”, asegura Simons al enumerar algunos de los servicios del iPhone que almacenan notas, hojas de cálculo, información sobre clientes y horarios de fútbol.
Ella y sus compañeros de Mashery-, una compañía de 170 empleados que ayuda a otras empresas a crear más aplicaciones, también comparten datos profesionales en GroupMe, Evernote, Skype y Google Hangouts. “Desde el punto de vista de la tecnología de la información empresarial, mi equipo es un problema”, dice.
Aunque la información más confidencial de la empresa está codificada y solo está disponible para los ejecutivos autorizados, John Oberon, director de TI de Mashery, indica que “lo que se puede hacer para impedir que la gente reenvíe un correo electrónico o almacene un documento de un teléfono es limitado”.
Los piratas informáticos chinos son un problema, pero también lo son los empleados que ponen información de la empresa en Internet a través de teléfonos inteligentes y tabletas.
Una vez que los datos salen de la red de la empresa, es más difícil protegerlos. Una búsqueda por nombre de casi todas las empresas importantes, además de la palabra confidencial, ofrece documentos supuestamente secretos que alguien ha sacado de la red de la empresa y ha publicado. Incluso sin que exista una prueba de que haya cuentas en peligro, dichas filtraciones pueden costar dinero a una compañía y afectar a su reputación.
Algunas de las aplicaciones en las que los empleados pueden poner información de la empresa, como Facebook, son muy conocidas. Otras, como Remember the Milk, que se usan para finalizar tareas, son nuevas incluso para algunos de los expertos en tecnología de la información. Skyhigh Networks-, que recientemente empezó a controlar el uso personal de las aplicaciones, asegura que se usan más de 1.200 servicios de aparatos personales en las redes empresariales.
Skyhigh registra cada servicio, junto con otros 1.000 que todavía no han tocado una red de una empresa, y los analiza por temas de seguridad, como la facilidad para entrar en el sistema y obtener datos de otro cliente.
“Debemos tener mucho cuidado a la hora de analizar las vulnerabilidades en materia de seguridad, ya que no queremos que nos detengan”, explica Rajiv Gupta, consejero delegado de Skyhigh.
El problema de la filtración de datos ya existía cuando alguien se llevaba copias de documentos a casa los fines de semana. Lo diferente ahora es que se pueden sustraer datos simplemente deslizando un dedo, a lo que se añade el riesgo de los virus.
Según las empresas, no se trata de impedir la “conciliación de la vida personal”, que es como se conoce la mezcla entre las tareas del hogar y las del trabajo, porque actúa principalmente en beneficio de la empresa. Solo quieren más seguridad.
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