"Buscamos chicas gamers de verdad. Nada de morder mandos", escribían el martes en la web especializada en videojuegos Puregame. Todas las buenas intenciones para incluir a las mujeres en sus sesiones unboxing se esfumaron con esa última frase. Las redes no pasaron por alto el anuncio y la página rectificó añadiendo que han defendido "la igualdad desde el primer momento". Esta expresión y su insulto derivado 'chupamandos' quizá resulte chocante para los foráneos, pero tiene mucho significado para las jugadoras de videojuegos.
"Es un concepto vejatorio basado en esas fotos de mujeres en poses sexies con mandos de consolas", explican desde la página Todas Gamers a eldiario.es. Ellas fueron las primeras en alertar del patinazo de Puregame en su cuenta de Twitter, e insisten en que ocurre con una frecuencia cargante. Hace tiempo que los ataques y la discriminación no se confinan tras el anonimato, como hemos visto con el Gamergate y en las ligas internacionales de videojuegos. El problema es que este alarde público de sexismo consigue perpetuar los estereotipos femeninos y delimitar el espacio por géneros.
LEER MAS: http://www.eldiario.es/cultura/videojuegos/Chupamandos-insulto-facil-mujeres-gamers_0_558894298.html