Como criptodivisa Bitcoin plantea importantes ventajas que por desgracia están siendo aprovechadas en gran medida por los cibercriminales en sus ataques, y también sirve como moneda de cambio para realizar transacciones ilegales, como por ejemplo la compraventa de sustancias estupefacientes, pero la cosa ha ido más allá.
Dado su carácter de moneda imposible de rastrear se están empezando a utilizar para conseguir beneficios con la comisión de delitos en la vida real, concretamente en secuestros, ya que se han registrado dos de esos delitos en Hong Kong y Costa Rica durante este mismo año que pedían rescate en Bitcoin.
Es fácil de esconder, no registra ni guarda los datos de los intervinientes en operaciones y ni siquiera hace una localización geográfica de los mismos. Nada, es totalmente anónima, unas credenciales que son el sueño de todo criminal.
Lo dicho deja que ver Bitcoin puede convertirse en algo más que la moneda de cambio de los cibercriminales, y que la comisión de delitos en la vida real exigiendo el pago en dicha criptodivisa podría empezar a ganar popularidad en 2016, ya que la misma no plantea las desventajas del dinero real.
Con todo es evidente que su popularización será gradual y que la misma sólo será viable en supuestos delictivos concretos, manteniéndose como una auténtica estrella en el mundo del cibercrimen, donde ha demostrado ser la herramienta favorita para hacer dinero a costa de otros de una amplia fauna criminal.
http://www.muycomputer.com/2015/10/31/bitcoin-secuestros