Todavía hay más preguntas que respuestas, más indicios que pruebas de que la hoja de ruta de las grandes empresas tecnológicas del mundo incluya, a medio plazo, el objetivo de convertirse en bancos. Compañías como Google y Apple, tradicionalmente centradas en modelos de negocio basados en hardware y software, están ganando terreno a la banca tradicional, más allá de lo que habían hecho ya Amazon y PayPal .
El negocio de las transferencias comerciales es sólo el principio. Las tarjetas de crédito registradas en iTunes doblan los clientes del Banco Santander en todo el mundo, y Google ya ha entrado en el negocio de los préstamos, dejando dinero a las empresas para que inviertan en publicidad mediante tarjetas de crédito, a un interés del 11,9% en Reino Unido y el 8,99% en Estados Unidos. Un paso que ya había dado Amazon con la apertura de un programa de créditos al consumo, un fenómeno al que ya estamos acostumbrados en empresas que operan offline.
Lo advertía Deutsche Bank en un estudio publicado a finales de 2012. La escalada de los gigantes tecnológicos en el negocio de los pagos online y los servicios financieros móviles podría poner en un serio aprieto a los bancos en un plazo de cinco años, y no es una temeridad sugerir el nacimiento de "un Google Bank y un Apple Bank". El futuro del sector financiero se juega con internet, y la banca tradicional está en desventaja, aunque ya se han percatado del problema.
Renovarse o morir
Al economista Simón Pérez, director de inversiones de SLM, le parece más realista la opción de que sean los bancos quienes terminen mutando en una especie de empresas tecnológicas. "Las operaciones financieras se han convertido en operaciones informáticas, en acciones que ejecutan programas desde el hosting del banco. Lo que está ocurriendo ahora es que las últimas legislaciones tienen como línea estratégica la reducción de las comisiones de intermediación", explica a Teknautas el autor de Defiende tu dinero.
"Los bancos -continúa Pérez-, que generalmente se ganaban la vida con comisiones aplicadas a estas transacciones, están viendo que eso se va a acabar. Se pretende que cobren por funciones de gestión, con comisiones realmente declaradas. Se busca que se ganen la vida por guardar el dinero, cobrando por la gestión de carteras o fees de asesoramiento, por ejemplo".
http://www.elconfidencial.com/archivos/ec/2013050257google_wallet.jpg
Ante la perspectiva del fin de las vacas gordas, la respuesta de las entidades bancarias en los últimos años demuestra un esfuerzo de reconversión, en muchos casos con la asociación de las entidades con partners tecnológicos. En España, uno de esos ejemplos es Inversis, que cuenta con Indra como socio. En cualquier caso, las alianzas estratégicas no libran a los bancos de las malas prácticas: en 2012, un consejero delegado de este banco de inversión fue imputado por estafar a un cliente a través de un producto financiero complejo.
Otro ejemplo señalado en los últimos años como caso de éxito es ING, por haberse desprendido de las infraestructuras físicas; y más recientemente Triodos Bank, tras la generalización de la pérdida de confianza en las entidades ortodoxas.
El tablero de los pagos móviles
Según un estudio reciente de Juniper Research, en 2017 habrá unos 200 millones de usuarios de servicios transaccionales en dispositivos móviles en el mundo y los usuarios de banca móvil superarán los 1.000 millones. En ese sentido, los avances en la tecnología NFC (Near Field Communications) han permitido a las compañías tecnológicas robar protagonismo a los bancos tradicionales en las transacciones, tomando la delantera con aplicaciones específicas.
Si Google ya había creado su billetera digital Wallet y comprado la plataforma TxVia, especializada en pagos móviles, Amazon cuenta con One Click y, por su parte, Apple lanzó en 2012 Passbook para tomar posiciones en el territorio de los offline, como también ha hecho PayPal con su sistema Here. De todas formas, las entidades tradicionales no son ajenas a esta realidad. Visa y Mastercard han desarrollado sistemas de pago basados en esta tecnología; y en España, algunos bancos como La Caixa, Banesto o el BSCH -aliado con Orange- ya se han subido al carro del NFC.
"Creo que las empresas tecnológicas podrán llegar a ser bancos de una moneda paralela, eso quizás sí. Pero pienso que los bancos van a tender a ser empresas tecnológicas, más que al revés", señala Simón Pérez.
"Pueden tener partners, alianzas, por ejemplo es posible que Microsoft se quede con parte de Bank of America, pero de ahí a ver un Google Bank, no lo veo, pero todo es jugar a predecir. Las telecomunicaciones van a pesar cada vez más en el sector de la banca, pero las entidades poseen jurídicamente una regulación especial y dependen de los bancos centrales", reflexiona el economista.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2013/05/05/bienvenidos-a-google-pero-no-al-buscador-sino-al-banco-online-4812/