En Bélgica están planteando dar un paso más en contra de la piratería. En primer lugar se está considerando, según las pautas marcadas por el Primer Ministro de Bélgica en sus propuestas, construir una lista negra de páginas web dedicadas a la piratería y sus proxy. Y por otro lado, como medida aún más agresiva, reconducir el tráfico que generan este tipo de páginas web en favor de las páginas de descarga legal. Es decir, hacer una redirección para que sus visitantes sólo visualicen servicios de distribución legal de contenidos.

El éxito en contra de la piratería está dado, en buena parte, en el diseño de una sólida oferta de distribución de contenidos legales. Servicios como Spotify –y sus similares- han conseguido reducir las descargas paralelas de música, y exactamente lo mismo ha ocurrido con Netflix y sus similares en cuanto a los contenidos de vídeo: películas, series y documentales entre otros. No obstante, las cifras relativas a las descargas ilegales, y el consumo de contenidos en streaming en contra de los derechos de propiedad intelectual, siguen siendo preocupantes en Europa. Por eso, en Bélgica ya han planteado nuevas medidas más agresivas.

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No puedo estar más de acuerdo contigo.
Es precisamente la industria la que con sus inasequibles precios fomenta la piratería.
Por poner un ejemplo citaré a las plataformas de televisión de pago en su versión dedicada a bares y similares.
Todos los bares que quieran (legalmente) ofrecer a sus clientes (entre otros contenidos) partidos de futbol tienen que afrontar una cuota mensual de más de 200€.
La argumentación es que ganan clientes ofreciendo esos contenidos y que tienen que pagar por ello.
Voy de acuerdo en que se lucran al emitir esos contenidos, pero los más de 200€ mensuales son inasumibles para muchos establecimientos, teniendo que dar de baja la televisión de pago.
Quedándoles como única alternativa el recurrir a piratear la señal.
Como consecuencia de esa pérdida de abonados las plataformas de televisión de pago lo que hacen automaticamente es volver a subir los precios.
Llegando al punto de que esta política de precios desencadena una pescadilla que se muerde la cola.
Y todo porque esas plataformas de televisión están pagando unos derechos de emisión de partidos de fútbol extratosféricos.

Aquí en España para más inri algunas de esas plataformas de televisión de pago son además proveedores de internet y telefonía.
Y lo que hacen es subir cada poco tiempo los precios del ADSL y Fibra para compensar lo que no ganan con los abonados de televisión.
Y como el acceso a internet es cada día más necesario pues nos toca pagar y aguantar.
Todo para que cuatro peleles (y demás camarilla) que corren en calzoncillos detrás de un balón sean cada vez más ricos.