Si alguna vez has visto algún episodio o película de Star Trek, te habrás fijado en algo muy característico, icónico, de la franquicia desde sus inicios: El uso de un teletransportador para la mayoría de los viajes entre la Enterprise y los muchos de sus inhóspitos destinos. Ahora, en nuestro tiempo, ese recurso no sería ni trending topic, pero en los años sesenta, chico, en los años sesenta ver a un vulcaniano con sus orejas puntiagudas emerger de la nada en medio de un festival de luces estroboscópicas era una auténtica revolución. Allí no había ni mota de polvo y de pronto, zas, aparecía un tipo con todos sus átomos en su sitio, tricorder incluido, un paseito cuántico sin importancia; con vistas al universo.
Curiosamente, ese "truco" de escena les sirvió para recortar presupuesto, puesto que de ese modo se ahorraban las secuencias de despegue-aterrizaje de una hipotética lanzadera o método similar. Evidentemente, hacía falta hipotecar nuestra imaginación para no romper la suspensión de la incredulidad, o ensanchar nuestra cintura científica para pasar por alto el quebrantamiento de varias leyes de la física. Pero oiga, ¿no resulta atrevido pensar en un sistema que descomponga la materia, la haga viajar a la velocidad de la luz y la vuelva a recomponer sin riesgo alguno en el otro extremo?
Pues bien, eso es lo que hace la serialización de objetos. Descomponer un objeto en un extremo, transmitir esos datos y recomponerlos en el destino. La magia de la computación distribuida. Solo que de momento tenemos un problemilla: no es tan segura como el teletransportador del Enterprise y en vez de recomponer un objeto seguro y fiable se nos puede colar una bomba de resina de Trilithium con pinta de inocente objeto que transporta de forma diligente las preferencias del usuario.
Eso es lo que ha pasado últimamente con una vulnerabilidad en el framework Struts de la fundación Apache. Se trata de un conocido proyecto muy usado en aplicaciones web para J2EE. O de otra forma, un framework que usa la mayoría de grandes empresas en sus desarrollos bajo la plataforma y lenguaje Java. Aunque Struts tiene ya sus años (fue pionero en este ámbito), y no tiene el tirón que tuvo en su día, todavía se sigue usando en muchas instalaciones, algunas de ellas gestionando recursos bastante valiosos para estas empresas.
Tal es el caso que nos ocupa, el de Equifax, una empresa de valoración de crédito que ha sido atacada supuestamente usando la mencionada vulnerabilidad. Hasta 143 millones de registros podrían haber sido extraídos de sus archivos y bases de datos por un grupo atacante. En un ambiente en el que la gestión de este incidente ha sido muy discutida, la fundación Apache ha emitido un comunicado explicando algo que se puede resumir en una sola frase: "si usas software y ha salido un parche de seguridad, PARCHEA, YA!". Evidente, pero que por desgracia hay que repetir continuamente.
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