El thriller del asesino del Origami recibe su edición más poderosa a nivel gráfico

El estudio de desarrollo francés Quantic Dream se enfrentaba en 2010 a uno de sus mayores retos: ofrecer una experiencia única que se mantuviera alejada de los estándares que poblaban las estanterías de las tiendas especializadas. El anterior trabajo del equipo avalaba en parte la calidad y originalidad del juego, ya que con Fahrenheit consiguieron crear una aventura gráfica distinta y bien elaborada. El resultado es Heavy Rain y se podría definir de mil maneras distintas porque bebe de grandes conceptos artísticos, mezclándolos con muchas dosis de películas y series de televisión. Lo más destacable sin lugar a dudas es su propio concepto, más cercano a una película jugable de lo que nunca habíamos visto pero sin dejar de lado al jugador para contar una historia predefinida de principio a fin, algo que nos hubiera convertido en un simple espectador con algunas opciones interactivas, y eso es lo verdaderamente interesante, ya que nuestras acciones alteraban por completo el rumbo de la historia consiguiendo que nunca perdiésemos esa sensación controlar la historia, no la historia al jugador.

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