1: Cambiar la configuración SATA de la BIOS a AHCI
El primer paso, es ir a nuestra BIOS y establecer, en configuración de almacenamiento, el modo de SATA en AHCI. No puedo poner los pasos exactos para llegar al apartado donde veréis esta opción, porque la organización de la BIOS depende de vuestra placa base, y además podríais tener UEFI BIOS en lugar de la que veréis a continuación.
Lo mejor es que busquéis apartados con palabras como storage, devices, SATA, hard disk, etc, aunque si tenéis problemas podéis dejarme un comentario y yo u otro lector de Computer Hoy estaremos encantandos de ayudarte.
En mi caso, cuando enciendo el PC en la pantalla de la BIOS puedo leer ‘Mode: PassThru AHCI’ lo que indica que esta bien configurado, o en Speed que pone 6GB/s.
2: Activar TRIM en modo automatico
Ahora entramos de lleno a la configuración en Windows 10, el cual soporta TRIM. La ventaja es que las órdenes TRIM permiten que el sistema operativo indique al SSD qué bloques de datos ya no están usándose, y este último pueda eliminarlos.
En caso contrario, Windows solo marcaría esos bloques como “no usados”, pero esta información no llegaría a la unidad de almacenamiento y se quedarían así. El objetivo al activar esta característica, es que durante toda la vida útil del SSD, no se reduzca su velocidad.
Para ver si tenemos TRIM activado, tenemos que ir a una consola de administrador (Inicio, escribimos cmd, lo abrimos) y ponemos lo siguiente:
fsutil behavior query disabledeletenotify
Si el resultado es 0, entonces tenemos TRIM activado. En caso contrario, tendríamos que utilizar este otro comando para activarlo:
fsutil behavior set disabledeletenotify 0
Además de activar TRIM, con este comando Windows 10 debería desactivar varias funciones como la desfragmentación, SuperFetch, y ReadyBoost.
3: Verificar si la desfragmentación automática, SuperFetch e indización están desactivados
A diferencia de los discos duros mecánicos, los SSD no necesitan desfragmentarse e incluso es peor hacerlo cuando tenemos uno. ¿Por qué? Por que si tuviésemos activada la desfragmentación de forma automática, haríamos que periódicamente se llevasen a cabo procesos de escritura en el SSD, y esto es algo que siempre hay que evitar al máximo con estos dispositivos, ya que no tienen partes móviles que afecten a su velocidad al tratarse en realidad de un dispositivo de memoria.
En cuanto a SuperFecth, es una tecnología de administración del almacenamiento que ayuda a acceder de forma más rápida a los datos contenidos en los discos duros tradicionales.
Para hacerlo, Windows “aprende” qué programas sueles abrir con mayor frecuencia, y los mantiene precargados en la memoria del equipo antes de que los ejecutes, para que cuando vayas a hacerlo se ejecuten de forma más rápida. Sin embargo, en los SSD este servicio resulta innecesario pues estos dispositivos ya cuentan con una velocidad mucho mayor a la que podríamos conseguir así.
En este apartado también desactivaremos la indización de Windows, que como podemos ver en la descripción del servicio Windows Search, proporciona indización de contenido, almacenamiento en caché de propiedades y resultados de búsqueda para archivos, correo electrónico y otro tipo de contenido.
Esto quiere decir que nos ayudaría a encontrar archivos de forma más rápida a la hora de realizar búsquedas, creando un índice para ello y teniendo así localizados los archivos. Sin embargo, dada la velocidad de un SSD con respecto a la de un disco duro tradicional, y teniendo en cuenta una vez más que a más operaciones haga el SSD más acortamos su vida útil, la conclusión es que es una característica que no ayuda tanto como en un HDD.
Para verificar que los servicios comentados han sido desactivados tras las ejecución del comando anterior, pulsaremos la combinación tecla Windows + Q, para realizar una búsqueda en las opciones del sistema, escribimos “servicios” y debería aparecer la opción ver servicios locales. Al entrar nos aparecerá una lista de todos los servicios locales y su estado.
Tenemos que buscar los siguientes, y ver si están deshabilitados.
Si no lo están, hacemos clic derecho sobre el que esté en otro estado distinto a deshabilitado, vamos a propiedades y lo deshabilitamos.
4: Evitar que el SSD o el equipo se apague por inactividad
Vamos a impedir que Windows 10 apague el disco duro cuando se encuentre inactivo. En los HDD dejar que se apaguen puede resultar en un pequeño ahorro de energía, porque sus partes móviles permanecen inactivas hasta que se detecte inactividad. El problema es que un SSD no cuenta con partes móviles, por lo que no hay un ahorro posible por más que hagamos uso de esta característica.
Pulsamos tecla Windows + Q, y empezamos escribiendo “Cambiar la configuración para ahorrar energía” hasta que encontremos la opción correspondiente. Al entrar, veremos tres planes: equilibrado, alto rendimiento y economizador. En un PC de sobremesa querremos el de ALTO RENDIMIENTO, pero quizás en un portátil busquemos otro. Sea cual sea el que nos interese, le damos a cambiar la configuración del plan.
Dentro, seleccionamos cambiar la configuración avanzada de energía, y entre las distintas opciones buscamos ‘Disco Duro’ —> ‘Apagar disco duro tras’ y establecemos un valor de 0.
Ya que estamos aquí, buscaremos la opción ‘Suspender’ y dentro veremos que hay 2 llamadas “Suspender tras” e “Hibernación” además de otra. A nosotros nos interesan las 2 primeras mencionadas, las cuales tendremos que establecer en “nunca”.
La justificación para realizar estos dos pasos, es que cada vez que el equipo entra en estado de hibernación, todo lo que estuviese almacenado en la memoria pasará a ser escrito en el SSD de forma temporal, pero no es nada despreciable puesto que las cantidades escritas pueden variar entre 2GB y 8GB aproximadamente, siempre dependiendo de la cantidad de RAM con la que contéis.
Como ya he comentado, siempre hay que intentar reducir las tareas de escritura en el SSD al máximo, y hacer que cada poco tiempo se escriban cantidades como las mencionadas en el propio disco no es algo muy bueno. A la larga, el SSD podría resentirse, tened en cuenta su vida útil.
Apagar un equipo que cuenta con un SSD y volverlo a encender siempre será una mejor opción, sobretodo si pensamos en que la velocidad a la que cargará el sistema operativo será muy rápida. Pero, si necesitaras esta característica, puedes dejarla activada, aunque una vez más, no lo recomiendo.
5: Desactivar el archivo de paginación de Windows 10
La función del archivo de paginación de Windows, es evitar que la memoria RAM se llene al ejecutar demasiados programas, intercambiando los datos del SSD/HDD con los de la memoria.
Sin embargo, la mayoría de las veces no utilizarás el 100% de tu memoria RAM; por ejemplo podrías contar con 8GB y la mayor parte del tiempo utilizar exclusivamente 2’3GB. Deshabilitar esta característica puede ahorrarte también unos cuantos gigas en tu SSD, lo cual es importante cuando contamos con uno de 64, 128 o por el estilo.
Aun así, en lugar de desactivar el archivo de paginación, si quisieras conservarlo, existe una alternativa mejor a la de activarlo en el propio SSD cuando contamos con algún HDD, y es la de mover el archivo de paginación a uno de estos discos duros tradicionales.
En primer lugar, explicaré cómo desactivar el archivo de paginación, aunque si quieres asignarlo a otra unidad también deberás hacer estos pasos. Para ello, pulsamos tecla Windows + Q, y escribimos “rendimiento” para que aparezca entre los resultados, la opción Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows. En la nueva ventana que se abrirá al entrar, vamos a la pestaña llamada Opciones Avanzadas, y en el campo Memoria Virtual le damos a Cambiar.
Seguramente tendremos marcada la casilla superior que dice Administrar automáticamente el tamaño del archivo de paginación para todas las unidades, y si es así, la desmarcamos. Ahora tenemos que seleccionar nuestro SSD, seleccionamos Sin Archivo de Paginación y le damos a Establecer. Nos preguntará si deseamos continuar, a lo que obviamente indicamos que SI.
Si queremos mover este archivo a otra unidad de almacenamiento, como un HDD, una vez realizado todo lo anterior, seleccionamos en la lista el HDD que nos interese, y marcamos la opción “Tamaño administrado por el sistema” (a menos que tengas los conocimientos necesarios para asignar un tamaño personalizado), y pulsamos en Establecer.
6: Desactivar Prefetch
El ultimo paso es desactivar el Prefetch. Este servicio se encarga de copiar archivos abiertos recientemente en una área contigua a la utilizada en los discos duros tradicionales, para que se pueda acceder de manera más rápida.
Sin embargo, si tenemos en cuenta el funcionamiento de un disco duro mecánico, que cuenta con partes móviles y necesita recorrer sus platos para lectura y escritura, y lo comparamos con el de un SSD, que es una memoria sólida donde el tiempo de acceso a cualquiera de sus datos es el mismo, realizar esto resulta un poco inútil.
Desactivar nos ahorrará una cantidad casi imperceptible de espacio, pero sí que reduciremos las tareas de acceso al SSD.
Para desactivarlo, pulsamos tecla Windows + R, escribimos “regedit” sin las comillas, y lo ejecutamos. Nos movemos hasta la siguiente entrada:
HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Control\Session Manager\Memory Management\PrefetchParameters
Para ello iremos haciendo uso de la lista de carpetas que tenemos a la izquierda y cuando lleguemos nos fijamos en si EnablePrefetcher lleva el valor 0. Si no está a 0, como es mi caso tal y como veréis en la imagen siguiente, hacemos clic derecho sobre EnablePrefetcher, le damos a Modificar y cambiamos su valor a 0.
7: Restaurar sistema
Ahora llegamos un paso que no todos los usuarios tienen que hacerlo; desactivar la opción de Restaurar Sistema. Aunque puede ser una opción interesante para muchos usuarios, diversas pruebas oficiales han demostrado que esta característica asigna puntos de restauración en el disco SSD que podrían entrar en conflicto con éste, y con el funcionamiento de TRIM que comentábamos anteriormente.
Tener activada esta característica, puede llegar a degradar el rendimiento del disco SSD en una pocas semanas. Desactivar esta función no está únicamente aconsejado a lo largo de toda la web, sino que Intel también se pronunció al respecto para recomendar su desactivación al hacer uso de sus SSD.
También hay que tener en cuenta que ahorraremos espacio en nuestra unidad, algo importante ya que los SSD más vendidos son de pequeño tamaño dado su elevado precio actualmente.
Si queréis hacerlo, pulsamos la combinación tecla Windows + Q, escribimos “configuración avanzada” sin las comillas y entramos en la opción Ver la configuración avanzada del sistema. En la pestaña protección del sistema, seleccionamos nuestro SSD (u otro disco en el que queramos desactivar este opción) entramos en Configurar… y marcamos Desactivar protección del sistema.
El Autor es Leandro Crisol.