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“El Ministerio de Defensa ruso, que actualmente despliega soldados y agentes en suelo italiano, intimida a los periodistas italianos como suele hacerlo en casa”, denunció el periodista italiano Christian Rocca, de La Stampa.
La declaración se produjo después de las amenazas del ministro de defensa ruso, Igor Konashenkov, publicadas en la página de Facebook de la Embajada Rusa en Roma. El funcionario de Putin acusó al medio turinés de haber lanzado una “campaña mediática rusófoba”, defendió la “noble misión” de los especialistas rusos en Italia y amenazó: “Deben aprender una vieja enseñanza: quien cava una fosa para el prójimo acabará en ella primero. De Rusia con amor”.
El diario italiano viene publicando informaciones en las que se pone en duda la intención de la ayuda rusa y se señala la posibilidad de que hubiera agentes de inteligencia integrados entre el personal sanitario cedido. El equipo enviado por Rusia a Italia el pasado 22 de marzo está compuesto por 104 personas.
La investigación de Jacopo Iacoboni reveló que las tropas rusas desplegadas en Italia han estado estudiando el idioma del país anfitrión, lo cual no está entre las responsabilidades de los médicos militares, mientras que se sugiere que esas tropas están con la inteligencia militar de Rusia o con las fuerzas de operaciones especiales.
De hecho, actualmente, hay una cantidad suficiente de información de código abierto que permite analizar la presencia militar rusa en Italia y confirmar las sugerencias presentadas por La Stampa.
En una entrevista con el canal de televisión ruso Zvezda, del Ministerio de Defensa de Putin, el comandante de las Fuerzas de Defensa Química Igor Kirillov dijo que 66 miembros de estas fuerzas han sido desplegados en Italia. El comandante del equipo sobre el terreno es el Jefe Adjunto de las Fuerzas de Defensa Química Rusas, Sergey Kikot. Por lo tanto, el núcleo del equipo también debe consistir en tropas que son parte de estas Fuerzas de Defensa Química. Sin embargo, los videos del grupo ruso que aterriza en la base aérea de Pratica di Mare muestran claramente a las tropas que llevan otras insignias, no las de las Fuerzas Químicas.
Tras estas evidencia, los especialistas del IGTDS (el Instituto de Estudios sobre las Amenazas Mundiales y las Democracias) alertaron que Rusia ha heredado las prácticas soviéticas en las que el uniforme militar para los operativos de la KGB contemplaba insignias de la Fuerza Aérea o del Cuerpo de Señales. Por lo tanto, las tropas de los espectros y los oficiales de inteligencia militar han sido obviamente desplegados con insignias de otras unidades militares.
Días atrás, los analistas del Instituto también señalaron que al menos una de las tropas rusas desplegadas en Italia, que figuraba en la lista como miembro de la Academia Médica Militar con sede en Kirov, formaba parte, de hecho, del 48º Instituto Central de Investigación especializado en armas biológicas.
El IGTDS, además, denunció que, según el análisis de las fotos y los vídeos que muestran el trabajo del equipo ruso en Italia, el personal desplegado no sigue el protocolo básico de protección personal, violando las normas de seguridad, lo que de hecho puede dar testimonio de que esas tropas pertenecen a otros tipos de fuerzas militares.
Rusia intimidó a los periodistas italianos a través de la plataforma de su embajada en Italia, lo que hace que tal amenaza la posición oficial del Kremlin se distribuya a través de los canales diplomáticos oficiales. Se trata de un grave desafío a la libertad de expresión en Europa, ya que Moscú no había tomado anteriormente tales medidas en territorio de la UE.
Ante las amenazas, La Stampa defendió la profesionalidad de sus periodistas. “Lamentamos y nos sorprende que tal ejemplo de libertad de prensa haya suscitado la fuerte irritación del Ministerio de Defensa ruso, y estamos convencidos de que la fuerza y el vínculo entre Italia y Rusia, demostrado en la actual cooperación contra el virus, no pueda ser debilitado por la obvia falta de respeto por la libertad de prensa que se percibe en los insultos recibidos”, zanjó el diario.
En la misma línea se expresó el Gobierno italiano: agradeció la ayuda logística y sanitaria prestada para combatir la pandemia del coronavirus pero reclamó respeto a la libertad de prensa después de las críticas a un diario italiano llegadas desde Moscú. “Estando agradecidos a la ayuda pero al mismo tiempo no se puede no desaprobar el tono inoportuno de ciertas expresiones usadas por un portavoz del ministerio de Defensa ruso sobre algunos artículos de la prensa italiana”, se lee en un comunicado conjunto de los ministerios de Exteriores y Defensa italianos.
Para el Kremlin, explica el IGTDS, la operación en Italia es una importante campaña ideológica. Rusia percibe el despliegue de su contingente militar en Italia en el contexto de los acontecimientos del 13 de abril de 1799, cuando las tropas del Imperio Ruso lideradas por Alejandro Suvorov cruzaron los Alpes y entraron en Bérgamo como parte de su campaña italiana. El mando ruso actual ve la operación actual como un movimiento que podría repetir la “campaña de liberación victoriosa de Rusia en Italia contra Occidente, personificada por la OTAN”.
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