La manipulación tiene un poder que puede llegar a ser determinante en la vida de las personas.
Nuestros amigos nos manipulan (chantaje emocional, manipuladores cotidianos) y nos manipulan desde las instituciones, y el lenguaje es un instrumento muy poderoso. Hitler no tenía más capacidad de convencimiento que el que le daba los tonos de sus discursos y dela mentira, y mirad donde llegó.
Para detectar la mentira a través del lenguaje, hau una interesante técnica llamada Reality Monitoring, que debido a su razonable interés no se usa en este país. Como ejemplo de la importancia del estilo lingüistico para detectar mentiras y manipulación podéis ver estos artículos sobre Reality Monitoring: Predictin Lies from laguage style, y Automating Linguistics-Based Cues for Detecting Deception in Text-based Asynchronous Computer- Mediated Communication. Ojo que estas erramientas nunca deberían de usarse para condenar a nadie por abusos sexuales, y sí como una herramienta de investigación que oriente por caminos. Si te equivocas en el camino pierdes el tiejmpo, pero si te equivocas en un juicio dejas a un delincuente libre o lo que es peor, mandas un inocente a la cárcel. Pedimos un mínimo de seriedad y sentido conún a la judicatura, en eso de la sana crítica, la libre apreciación de la prueba, y la impunidad para condenar a inocentes.
Dicho esto, podéis ver las reglas de oro de la mipulación de masas. Fijaros en una sobretodo, si se puede seleccionar una entre ellas, y es la de dirigirse a los ciudadanos como si fuesen tontos. Parece una tontería, pero llama la atención cómo la publicidad, los políticos y la mayoría de los medios de información se dirigen a los ciudadanos como si fuesemos no ya tontos, sino idiotas. Pues bién, no lo seremos, pero funciona, y lo deben de saber.
Pue si esa página sobre las reglas de la manipulación os resulta desconcertante, no dejéis de mirad esta página titulada bombas silenciosas, y espero que no sea el principio de vuestras paranoias.