Tokio, 15 ago (PL) El primer ministro Shinzo Abe omitió hoy expresiones de disculpa por la agresión de Japón a sus vecinos de Asia para romper una tradición establecida durante dos décadas.
Funcionarios y políticos japoneses visitan Yasukuni
En una ceremonia por el aniversario 68 de la rendición de Tokio en la Segunda Guerra Mundial, Abe evitó frases como profundo remordimiento y dolor sincero para con quienes sufrieron la invasión y ocupación del Ejército Imperial en el siglo XX.
Esa omisión puede originar ira en China y Surcorea y críticas al jefe del Gobierno nipón por sus intentos de reformar la Constitución de voluntad pacifista de Japón y acercarla a posiciones de mayor beligerancia.
Abe también evitó formular una promesa general consistente en comprometerse a no intervenir en guerras.
"Nunca voy a olvidar el hecho de que la paz y la prosperidad de hoy nació del sacrificio de sus preciosas vidas", apuntó el Primer Ministro en alusión a los 2 millones 500 mil muertos de guerra honrados en el santuario de Yasukuni.
Ese monumento homenajea a los japoneses fallecidos en la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos, entre los cuales 14 criminales de guerra condenados, entre ellos el general Hideki Tojo, quien autorizó el ataque a la base de Pearl Harbor, sin mediar declaración de guerra contra Estados Unidos.
Las visitas a Yasukuni de políticos nacionales provocan disgustos en naciones vecinas, en tanto que la consideran afrenta a las víctimas del militarismo nipón durante la primera mitad del siglo XX, incluida la ocupación por 35 años de la península coreana.
Dentro del mismo Japón hay detractores de Yasukuni, incluso entre algunos familiares de los homenajeados allí, pues afirman que glorifica la guerra y los capítulos más oscuros de la historia del país, mientras otros lo ubican en puesto alejado de la política.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=1767681&Itemid=1