La teoría sobre la velocidad de la luz que quiere probar que Albert Einstein estaba equivocado
En la famosa teoría general de la relatividad de Albert Einstein, que moldeó nuestra visión del cosmos, hay algo que no cuadra.
Si según el laureado físico la velocidad de la luz siempre ha sido constante (casi
300.000 kilómetros por segundo), ¿cómo es posible que el Universo sea tan uniforme por todos lados?
Esto es lo que desde hace décadas los físicos Joao Magueijo, del Imperial College London, y Niayesh Afshordi, del Perimeter Institute en Canadá, vienen cuestionando.
Para los expertos, Einstein se equivocó.
Esta es la cuestión: para que el Universo tenga una densidad homogénea, los rayos de luz tuvieron que llegar a cada rincón del cosmos o, de lo contrario, algunas zonas serían más frías y densas que otras.
Si la luz viaja a 1.000 millones de kilómetros por hora, como lo dijo Einstein hace un siglo, esto no habría sido posible.
Teoría de la inflación
Un detalle que ya se habían dado cuenta varios físicos, incluido el británico Stephen Hawking, quienes propusieron lo que se conoce como la teoría de la inflación.
Esta teoría sugiere que el Universo pasó por una fase de expansión extremadamente rápida antes de disminuir a su ritmo actual de expansión.
Magueijo y Afshordi proponen una idea más radical: la luz viaja a una velocidad infinita, cuando el llamado Big Bang (o explosión primigenia) generó temperaturas de 10.000 billones de billones de grados centígrados.
"La idea de que la velocidad de la luz podía ser variable fue radical cuando la propusimos por primera vez (en los años 90)", le cuenta a la revista estadounidense Forbes el profesor Magueijo.
"Pero con una predicción numérica, se ha convertido en algo que los científicos pueden poner a prueba", agregó el físico a propósito del estudio publicado esta semana en la revista Physical Review.
Los especialistas aseguran que su teoría se puede comprobar gracias a que cada vez tenemos lecturas más precisas de la radiación de fondo de microondas.
Y la radiación de fondo de microondas es el eco que proviene del inicio del Universo, es decir, lo que queda del Big Bang.
"Podemos decir cómo se verían las fluctuaciones en el universo primitivo, y éstas son las fluctuaciones que crecen para formar planetas, estrellas y galaxias", le dijo Afshordi al diario británico The Guardian.
La teoría de Magueijo y Afshordi predice un patrón claro en las variaciones de la densidad que había en un grumoso Universo temprano.
Es lo que se conoce como "índice espectral", y los físicos predicen que sería exactamente de 0.96478 -y esto es lo que puede probar su modelo de cómo se expandió el cosmos.
"Si las observaciones en el futuro cercano prueban que este número es preciso, modificaría la teoría de la gravedad de Einstein", aseguró Magueijo.
No obstante, esto no sería suficiente.
Si bien significaría una fuerte evidencia en la dirección de su teoría, para desechar completamente la teoría de inflación -y así cambiar irrevocablemente las bases de la física moderna- los científicos tendrían que tener más de una prueba.
No es por hacer mas leña del árbol caído sobre este tema pero es que ya los cuestionan esta los mismo físicos y ojo publicado por la misma BBCC.
Hasta el mismo físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico llamado Stephen Hawking lo cuestiona ¿ Por que ?
Y repito la misma pregunta que se hace el mismo Articulo
¿cómo es posible que el Universo sea tan uniforme por todos lados?
Os dejo un poco mas de información adicional al tema para quien no sepa quien es João Magueijo
Citar
João Magueijo (1967, Évora, Portugal) es un cosmólogo y profesor en física teórica en el Imperial College de Londres.
Es el principal valedor de la teoría cosmológica sobre la velocidad de la luz variable, que propone que la velocidad de la luz fue mucho mayor en los inicios del Universo. Se presenta como una alternativa a la teoría más aceptada de la inflación cósmica. El modelo fue propuesto por primera vez por John Moffat, científico canadiense, a comienzos de los años 1990. Sin embargo fue ignorado por todas las revistas científicas y nunca llegó a ser publicada. La idea se le ocurrió a Magueijo cuando una mañana, después de haber estado borracho toda la noche, salió a correr para mitigar los efectos de la resaca. Según la teoría la velocidad de la luz seguiría siendo el tope máximo al cual un objeto podría acelerar, pero podría tener distintos valores en distintas regiones y épocas del universo. Algunas de las cuales podrían ser mayores al valor establecido por la teoría general de la relatividad. A diferencia de la teoría inflacionaria, ésta puede generar predicciones, que, de cumplirse, podrían ayudar a asentar una mayor confianza en el paradigma que plantea. Permite asimismo resolver algunos problemas como el de la homogeneidad, pues en principio no se puede explicar la homogeneidad del universo. Al ser la velocidad de la luz mayor en la época de Planck las distintas regiones del universo primigenio que de otro modo estarían desconectadas, se conectan por el flujo hiperveloz que implica una velocidad de la luz mayor (posiblemente casi infinita durante ese tiempo). Por tanto, esto resuelve la contradicción que implica un universo primigenio fragmentado en regiones y una evolución homogénea del universo que sería imposible por simple casualidad.
Alguna de las teorías de velocidad de la luz variable creadas por Magueijo (puesto que ha formulado varias alternativas) permite explicar la existencia de rayos cósmicos de energía ultra alta, cuya existencia empíricamente comprobada es difícil de justificar, si no imposible, mediante las teorías actualmente más aceptadas. El Observatorio Pierre Auger está actualmente dedicado principalmente a la tarea de detectar dicho tipo de sucesos.
Magueijo se doctoró en la Universidad de Cambridge y fue premiado como miembro investigador del St John's College de Cambridge, galardón previamente otorgado a Paul Dirac y Abdus Salam.
Es el principal valedor de la teoría cosmológica sobre la velocidad de la luz variable, que propone que la velocidad de la luz fue mucho mayor en los inicios del Universo. Se presenta como una alternativa a la teoría más aceptada de la inflación cósmica. El modelo fue propuesto por primera vez por John Moffat, científico canadiense, a comienzos de los años 1990. Sin embargo fue ignorado por todas las revistas científicas y nunca llegó a ser publicada. La idea se le ocurrió a Magueijo cuando una mañana, después de haber estado borracho toda la noche, salió a correr para mitigar los efectos de la resaca. Según la teoría la velocidad de la luz seguiría siendo el tope máximo al cual un objeto podría acelerar, pero podría tener distintos valores en distintas regiones y épocas del universo. Algunas de las cuales podrían ser mayores al valor establecido por la teoría general de la relatividad. A diferencia de la teoría inflacionaria, ésta puede generar predicciones, que, de cumplirse, podrían ayudar a asentar una mayor confianza en el paradigma que plantea. Permite asimismo resolver algunos problemas como el de la homogeneidad, pues en principio no se puede explicar la homogeneidad del universo. Al ser la velocidad de la luz mayor en la época de Planck las distintas regiones del universo primigenio que de otro modo estarían desconectadas, se conectan por el flujo hiperveloz que implica una velocidad de la luz mayor (posiblemente casi infinita durante ese tiempo). Por tanto, esto resuelve la contradicción que implica un universo primigenio fragmentado en regiones y una evolución homogénea del universo que sería imposible por simple casualidad.
Alguna de las teorías de velocidad de la luz variable creadas por Magueijo (puesto que ha formulado varias alternativas) permite explicar la existencia de rayos cósmicos de energía ultra alta, cuya existencia empíricamente comprobada es difícil de justificar, si no imposible, mediante las teorías actualmente más aceptadas. El Observatorio Pierre Auger está actualmente dedicado principalmente a la tarea de detectar dicho tipo de sucesos.
Magueijo se doctoró en la Universidad de Cambridge y fue premiado como miembro investigador del St John's College de Cambridge, galardón previamente otorgado a Paul Dirac y Abdus Salam.