El Caribe se une contra el sargazo
Así se veía la playa Delray en el sur de Florida, Estados Unidos, en mayo pasado.
Así se veía la playa Delray en el sur de Florida, Estados Unidos, en mayo pasado.
De un vistazo
- El sargazo es una macro alga que en grandes cantidades daña el ecosistema y afecta el turismo
- Corales, peces y tortugas marinas estarían muriendo por florecimiento explosivo del sargazo
- Este año arribarían a Quintana Roo un millón de toneladas de sargazo, más de cinco veces que en 2018
Trece países de Centroamérica y el Caribe tomarán acciones conjuntas para manejar los efectos adversos que el sargazo (Sargassum) está produciendo en sus costas.
El sargazo es una macroalga que flota en parches y que en mar abierto —y en una cantidad moderada— es beneficiosa para la salud del océano porque proporciona hábitat para tortugas, cangrejos, peces y aves, y produce oxígeno por fotosíntesis.
Pero lo que está sucediendo ahora en las costas caribeñas es totalmente nocivo. Las poblaciones costeras, el turismo y los ecosistemas están siendo fuertemente afectados por el florecimiento sin precedentes de la macroalga.
“Cualquier fenómeno que haga que una población crezca fuera de control va a generar un desequilibrio ecológico”.
Brigitta van Tussenbroek - Unidad Académica de Sistemas Arrecifales Puerto Morelos, Universidad Nacional Autónoma de México.
De un par de toneladas de sargazo detectadas en 2011, cuando comenzó inesperadamente a emerger en el Atlántico Central, se pasó a 20 toneladas en junio de 2018, revela un estudio publicado en la última edición de la revista Science (4 de julio), que analizó imágenes satelitales.
Según el estudio, la mancha del sargazo se originaría entre África oriental y Brasil, donde el florecimiento explosivo de la macroalga se está dando en dimensiones nunca antes vistas. Los científicos recién están dando con pistas para entender el fenómeno.
En el encuentro de alto nivel realizado a fines de junio en Cancún, para enfrentar el sargazo en el gran Caribe, representantes de Belice, Cuba, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Isla Guadalupe (territorio francés), Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, y Trinidad y Tobago acordaron 26 puntos de trabajo.
Uno de ellos es la creación del sitio web internationalsargassumsystem.com, que reunirá información sobre investigación, monitoreo, ciclos de arribo y datos de la macroalga, entre otros temas de interés común.
En estos mapas puede verse el aumento en el florecimiento del sargazo. En 2015 y 2018 ocurrieron los mayores eventos.
“El sargazo es un problema relativamente nuevo”, dice a SciDev.Net Esteban Amaro, director técnico de la Red de Monitoreo del Sargazo de Cancún. Hace solo una década que la proliferación del alga comenzó a crear dificultades en los ecosistemas y el turismo, agrega. Por ello hoy aún existe poca información sobre el fenómeno.
Esa una de las urgencias, pero también hay que poner hincapié en la investigación, dice el experto. “En el trabajo de campo hemos visto una mortalidad muy alta en los corales por el síndrome blanco”, explica.
Se cree que la enfermedad es ocasionada por una bacteria relacionada con la alta presencia del sargazo, puntualiza Amaro. Esto aún debe ser confirmado por la ciencia, así como también la muerte de peces y tortugas marinas, otras de las posibles consecuencias.
El estudio de Science muestra que cada verano no solo emergen millones de sargazos en el Atlántico central sino que están cambiando sus patrones de florecimiento. En el continente americano están llegando incluso hasta la desembocadura del Amazonas.
“La química del océano debe haber cambiado para que los florecimientos se hayan descontrolado de esa forma”, dice en una nota de prensa Chuanmin Hu, investigador de la Universidad South Florida, Estados Unidos, y líder del estudio.
Según el investigador, uno de los factores que promueven el florecimiento explosivo sería el aumento de la deforestación y del uso de fertilizantes, que provocarían que la composición de la descarga que el río Amazonas deja en el océano cambie y se vuelva una especie de caldo de cultivo perfecto para el sargazo.
De momento, la única forma de combatir el sargazo es extrayéndolo del mar antes de que llegue a las costas. México, por ejemplo, está construyendo barcos para ello.
“Cualquier fenómeno que haga que una población crezca fuera de control va a generar un desequilibrio ecológico”, corrobora a SciDev.Net Brigitta van Tussenbroek, investigadora de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales Puerto Morelos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El exceso de sargazo produce falta de oxígeno en el agua, afectando a otras especies y, eventualmente, matándolas. Pero su efecto negativo no termina ahí. Cuando se descompone, varado en la costa, no solo genera malos olores. “Ese material orgánico es transportado de nuevo al mar, lo que se traduce en una descarga de nutrientes anormal que va mucho más allá de la costa”, explica la experta.
Y el problema solo parece recrudecer. En 2018, llegaron a las costas de Quintana Roo 170 mil toneladas de sargazo, pero para este año se esperan más de un millón. “Esto es más que solo un problema económico o del turismo. Es uno medioambiental de grandes dimensiones y que ya no se puede omitir”, asegura Esteban Amaro.
https://www.scidev.net/america-latina/medio-ambiente/noticias/el-caribe-se-une-contra-el-sargazo.html?fbclid=IwAR08VQzDpdvDc5xQcqzxQPwRw3G6MsqohWDbUCxAZh1EFY2XWhKspVfI-ZM