Los trabajadores sobrecualificados se pueden quemar y buscar otros trabajos | Son productivos y pueden generar oportunidades de futuro a la empresa
Maria Jesús Aisa. Doctora en Farmacia. Profesora interina de la Universitat de Barcelona. Titular de una farmacia durante 20 años. Périto judicial farmacéutica. Cuatro idiomas...
“¿Y si borro lo de doctora? ¿Mejor licenciada, más normalito?. Profesora universitaria, buf!. Titular de una farmacia, esto sería demasiado gordo sacarlo. Bueno, pues fuera lo de périto judicial...” Maria Jesús lleva unos siete meses buscando trabajo con ahínco, ha enviado muchos currículums y ha tenido más de una decena de entrevistas personales siempre con el mismo resultado: “Está usted demasiado preparada para trabajar en esta farmacia”. Va a cumplir 45 años y no le importa ser contratada como auxiliar y trabajar como tal, pese a que su formación es superior. Como también ha intentado emplearse en una floristería y en una librería. Pero ni por esas. Por lo tanto, ha decidido jibarizar su currículum y orillar algunas cuestiones en las entrevistas.
El caso de esta doctora, que explicaba hace unos días en RAC1 y detalla en La Vanguardia, no es el único sino que condensa una tendencia en claro incremento desde hace una año: la sobrecualificación y los problemas que ésta conlleva a la hora de optar a determinados trabajos. El empleo escasea pero tener un gran currículum, como se ve, no siempre ayuda. La reflexión que se pone sobre la mesa o que pueden realizar los empleadores parte una ecuación que parece lógica aunque, como se verá, tiene sus imperfecciones.Una persona con un empleo muy por debajo de sus capacidades es posible que se aburra, se queme, se ausente mentalmente, incluso puede ser incómodo para el jefe ver a alguien que trabaja donde no le corresponde, señala Ricard Cayuela, vicedecano del Col·legi de Psicòlegs y consultor de empresa. Pero, añade, la crisis y la necesidad de empleo puede modificar muchas actitudes.
Todo depende de qué trabajos sean y de qué currículums se presenten, pero el caso de Maria Jesús quizás sirve para dar un enfoque diferente al tema. La Harvard Business Review recogía hace unos meses las nuevas tesis que consideran que contratar a una persona sobrecualificada tiene más beneficios que riesgos, en un análisis que no sólo mira al estricto presente. Un trabajador bien preparado, se señalaba, puede ayudar a incrementar la productividad y a abrir nuevos caminos. Se trata así de aprovechar la experiencia de más que aporta, las ideas, la capacidad de interpretación... Es decir, contratar con la mirada puesta en el futuro y teniendo en cuenta que el esfuerzo por prepararse bien tiene un gran valor.
El debate tiene espinas por todas partes porque es evidente que a continuación hay que preguntarse si esto no supone un aprovechamiento a bajo precio del talento del trabajador. Marina Vilageliu, directora de selección de Adecco en Catalunya, explica que hay empresas que están aprovechando la situación para contratar a personas con experiencia y ofrecerles planes de carrera. Es decir, empezar por abajo con la posibilidad de prosperar. “Hay quienes se lo miran como una nueva oportunidad de futuro, y hay quienes se sienten utilizados al ver que de nuevo arrancan desde cero”, comenta.
El informe Info-Jobs de Esade correspondiente al 2011 y dado a conocer este mes señala que el fenómeno de la sobrecualificación es tan exagerado que en las ofertas se inscriben más candidatos con un nivel de estudios superior que aspirantes con el nivel que se solicita. En el caso, por ejemplo, de puestos para los que se pide la titulación básica obligatoria, aspiran un 78% de candidatos con más estudios.
Según los datos recogidos por Adecco, entre un 5% y un 10% de los parados de larga duración de cualificación media o alta ya están ocultando o enmascarando sus currículums para intentar acceder a puestos de menor cualificación o no relacionados con su experiencia profesional. En los sectores que más se ha detectado está práctica es en el comercial, la banca, el financiero y en los puestos administrativos.
Vilageliu considera perjudicial mentir en el currículum ya que al final la relación con la empresa no acaba bien. Es muy probable, dice, que la persona empleada siga buscando otro trabajo más adecuado a su perfil y, si puede, abandone su puesto lo antes posible perjudicando a quien la ha contratado. O que trabaje solo el tiempo suficiente para cobrar de nuevo el paro. Por ello, destaca que lo mejor es ser honesto y adecuar lo mejor posible el currículum al puesto al que se opta, pero sin omitir datos importantes. Desde Adecco se subraya que los directores de recursos humanos consideran que tener un trabajador sobrecualificado puede generar incertidumbres.
Laura García es licenciada en Químicas, acabó la carrera hace tres años y ha tenido varios contratos en prácticas pero sin posibilidad de renovación. Empezó buscando trabajo en su especialidad pero al ver todas las puertas cerradas y ante la necesidad imperiosa de tener un sueldo desvió su currículum, encabezado con la licenciatura de Químicas, hacia las ofertas de camarera y dependienta que veía. Durante la carrera ya había ejercido estas ocupaciones y creía que no sería difícil lograr el puesto. Pero siempre recibía la misma respuesta: “En cuanto encuentres otro trabajo más acorde con tus estudios te irás, y no queremos cambiar de persona”. Se puso manos a la obra, elaboró un currículum B sin la licenciatura y el primero que envió le dio resultado. Hoy trabaja en una panadería en Cerdanyola donde no saben de sus estudios y atiende al público con don de gentes. Ha de ir con cuidado a la hora de hablar de su vida, peccata minuta cuando se trata de llegar a fin de mes.
La elaboración de un currículum B no es aún una práctica masiva pero sí creciente que contrasta con la más habitual: el embellecimiento excesivo de las autobiografías, práctica que seguramente es bastante peor para el empleador. Con la economía por los suelos, las estrategias para encontrar trabajo se multiplican. La crisis, señala Ricard Cayuela, está dando vida a la emprendeduría, aunque las incertidumbres sobre el futuro de España convierten cualquier iniciativa en un ejercicio de alto riesgo.
Quizás un día, Laura descubra una fórmula perfecta para la elaboración del pan. ¿Se la presentaría a su jefa?
FUENTE :http://www.lavanguardia.com/vida/20120610/54309269348/crece-numero-personas-esconde-titulaciones-curriculum.html