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Autor Tema: Calculadora Curta, nacida en un campo de concentración  (Leído 1,647 veces)
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Calculadora Curta, nacida en un campo de concentración
« en: 9 Enero 2020, 14:58 pm »

Calculadora Curta, nacida en un campo de concentración



Uno de los pequeños grandes prodigios tecnológicos del siglo XX salió de un campo de concentración nazi. La Curta fue la primera calculadora de bolsillo y además logró dos grandes hazañas: primero salvó la vida de su creador, el prisionero austríaco Curt Herzstark; y después, terminada la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en una herramienta indispensable para ingenieros y contables: cabía en una mano, se podía manejar con un único dedo y permitía sumar, restar, multiplicar, dividir, así como calcular potencias y raíces.

Su historia está íntimamente ligada a la de su creador, el ingeniero Curt Herzstark (26 julio 1902 –27 octubre 1988). Pocas veces la expresión “vida, obra y milagros” de un personaje resultó tan apropiada. Hijo del fundador de la primera fábrica de máquinas de cálculo de Austria (Samuel Herzstark, un empresario de familia judía), la infancia de Curt transcurrió en los talleres en los que estos aparatos se convertían en realidad. Fue de lo más natural que luego estudiara ingeniería mecánica y se incorporase al negocio familiar.


Curt Herzstark creció entre máquinas de calcular.

Poco tardó en demostrar su capacidad inventiva. En 1928 patentaba su celebrado Multimator —una máquina capaz de sumar hileras y columnas de números, en una única operación y de forma automática—, que causó sensación en una exposición internacional en Berlín. Y a principios de la década de 1930, comenzó a darle vueltas a la idea de desarrollar una máquina calculadora en miniatura, alentado por los deseos de sus clientes. De hecho, llegó a rellenar en 1938 una solicitud de patente (para el mecanismo cilíndrico de cálculo en el que se basaría), pero poco podía sospechar dónde y cómo acabaría completando su proyecto.

UN ESCLAVO INTELECTUAL

Cuando en marzo de 1938 Hitler invadió Austria, Curt Herzstark ya había sustituido a su padre al frente de la compañía. Dos meses más tarde, una comitiva nazi visitó la fábrica y le hizo una propuesta “irrechazable”: comenzar a fabricar instrumentos armamentísticos y de medida para el ejército alemán. Herzstark tuvo que aparcar la idea de su calculadora de mano. Tras cinco años de “trabajos forzosos” de la fábrica para los nazis, en 1943 la Gestapo arrestó a dos de sus operarios por escuchar emisiones radiofónicas británicas e imprimir mensajes subversivos. Como máximo responsable de la fábrica, fue sometido a una exhaustiva investigación (mal asunto teniendo en cuenta su ascendencia judía). Pocos días después, en noviembre de 1943, fue arrestado y enviado al campo de concentración de Buchenwald.


En 1938 Curt hizo una solicitud de patente para el mecanismo cilíndrico de cálculo en el que se basaría su calculadora.

Allí solo esperaba su turno para morir, pero su habilidad como ingeniero le rescató. Enseguida pasó a trabajar en Gustloff-Werk —una fábrica mecánica ligada al campo de Buchenwald en la que trabajaban 4.500 prisioneros. Eso hizo su existencia más sencilla y agradable. Y su labor de “esclavo intelectual” resultó tan satisfactoria que le dieron permiso para trabajar en los planos de su calculadora de mano por las noches y durante los domingos; eso sí, con la condición de que, cuando estuviese completada, sería presentada como un obsequio ante Hitler al final de la guerra.

En aquel campo de concentración, Herzstark logró dar el impulso definitivo, aunque con un final muy diferente al planeado por los nazis. En abril de 1945 fue liberado de Buchenwald por el ejército americano. Apenas recuperada la libertad, y con los planos de su ingenio recién concluidos, logró ser nombrado director de una gran fábrica de máquinas de escribir y de cálculo. Allí pudo comenzar a producir los primeros prototipos de sus diseños, pero su odisea no había terminado. La fábrica estaba en la zona de Alemania controlada por los soviéticos y, alertado por las noticias de que estaban deportando a muchos expertos alemanes a Moscú, Curt decidió arriesgarse y volver a Viena.

UN INGENIO RADICALMENTE DIFERENTE

Reunido por fin con los suyos, en diciembre de 1945, pero descubrió con consternación que su máquina prodigiosa no entraba en los planes de su hermano, quien controlaba ahora la fábrica familiar. Así que se vio obligado a emigrar de nuevo, en busca de financiación para producirla; esta vez a Suiza. Y cuando ya lo había conseguido, fue reclamado por el gobierno de Liechtenstein para mostrar un prototipo al príncipe Franz Josef II, quien buscaba talento innovador para su país. Curt se estableció allí, ya de forma definitiva, como director de una nueva fábrica destinada a la producción de su ingenio, la Contina AG. A finales de 1948 salían a la venta las primeras unidades de la calculadora Curta —nombre definitivo en homenaje a su inventor, tras descartarse el que él quería: Liliput.


Calculadora Curta.

La Curta resultó ser un ingenio radicalmente diferente a las máquinas de cálculo existentes entonces, mucho más grandes. Una calculadora mecánica con un compacto y robusto diseño cilíndrico —de apenas 10 cm de altura y 230 gramos—, cuyo núcleo era una columna de 37 ruedas dentadas basada en el cilindro de Leibniz. Herzstark lo había optimizado para poder realizar multitud de operaciones matemáticas, con una precisión de 11 dígitos.

Y lo mejor de todo era que se podía sujetar con una mano y ser manejada con un único dedo de la otra, gracias a un ingenioso sistema de palancas deslizantes. Argumentos más que suficientes para que a lo largo de las dos siguientes décadas, y hasta la irrupción de los primeros modelos electrónicos de bolsillo, la Curta se convirtiese en la herramienta indispensable de ingenieros, topógrafos, contables y hasta pilotos de rally. Y que se emplease asimismo en los cálculos de las órbitas de los primeros satélites y las trayectorias de las primeras misiones Apolo a la Luna. La Curta dejó de producirse en 1972, cuando ya se habían vendido más de 150.000 unidades.

https://www.bbvaopenmind.com/tecnologia/innovacion/calculadora-curta-nacida-campo-concentracion/?utm_source=materia&utm_medium=facebook&tipo=elabora&cid=soc:afl:fb:----materia:--:::::::sitlnk:materia:&fbclid=IwAR3tiBm2oQyT91_AXKY-cwkGFa7AhX_PK7QloOQwUFvbydG1hKrH8ulXq9Q

 
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Re: Calculadora Curta, nacida en un campo de concentración
« Respuesta #1 en: 9 Enero 2020, 17:31 pm »

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Re: Calculadora Curta, nacida en un campo de concentración
« Respuesta #2 en: 9 Enero 2020, 22:54 pm »


Buen aporte.

https://es.wikipedia.org/wiki/Curta


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