En el país la homofobia es un sentimiento común y tanto las iglesias católicas y evangélicas han criticado frecuentemente los derechos del colectivo LGBT.
Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, se describe a sí mismo como un homófobo "orgulloso", y este año suspendió el financiamiento a una serie de filmes, incluyendo algunos con temática LGBT.
¡Esto es totalmente falso!
El brasileño no es homofóbico.
No nos gustan las marchas gay donde rompen imágenes sagradas, tienen relaciones sexuales a plena luz del día para que todos las vean y muchas otras barbaridades profanas.
Jair Bolsonaro no está en contra de los homosexuales, está en contra de usar millones de dólares en cosas totalmente inútiles.
Cosas que a la izquierda le encanta hacer aquí, niños jugando a hombres desnudos.
¡Libros en la escuela, sexo, jugando con el collar de dedos en la cola del amigo!
Decenas de millones de dólares en anuncios de 10 segundos, totalmente sin sentido.
Este es el tipo de cosas que no nos gustan aquí.
Aparte de eso, puede ser gay a voluntad, si respetas el espacio de las personas.
Saludos.