Pues que, sin dejar de tener bastante razón, el hombre este es algo parcial, ¿no? Porque Google no es que sea un prodigio de respeto hacia la privacidad de los usuarios... A ver, en todas partes cuecen habas. Cuando una empresa crece demasiado... chungo para los internautas.

La tendencia generalizada que exhiben las compañías a monopolizar el poder cuando crecen es un signo inequívoco de que el poder corrompe. Google nació como una empresa novedosa, con aire fresco y nuevas formas de hacer las cosas... Hasta que se ha enquistado en el primer puesto de los buscadores, en un referente en materia de mapas, alojamiento web, páginas para blogs... y un enorme etc.

¿Qué tenemos ahora? Pues que, copiando tendencias como las habituales de otras grandes empresas (léase Microsoft, por ejemplo...), Google hace tiempo que empezó a pensar por nosotros, en lugar de seguir permitiendo que el usuario pensase por sí mismo. Para ello, ¿qué mejor que controlar (espiar) lo que hacemos?

¿Qué quieren que les diga...? A mí esas tendencias a controlar lo que hago y cómo lo hago me recuerdan demasiado al Big Brother de George Orwell como para sentirme cómodo con ellas. No sólo hemos de aguantar estados que controlan todo lo que hacemos, sino que las grandes empresas pretenden controlar Internet... Y a uno, todo lo que sea control le da cierta alergia...

Por lo tanto, como wikipedista convencido de que el futuro está en la libertad de las personas, en el conocimiento como forma de evolución personal, y editor de la Wikipedia, esta decisión de la enciclopedia me parece no sólo acertada, sino que es un ejemplo de cuál ha de ser el camino a seguir.

Desde mi punto de vista, todo lo que limite de alguna forma la libertad de expresión debería evitarse. Hay formas de proteger la seguridad de las personas que no limitan la libertad de los demás. Porque, vamos a ver... Yo estoy de acuerdo que trollear es una actividad censurable. Pero, ¿quién pondrá los límites que definan qué es trollear y qué es lícito? Os pondré un ejemplo: para muchas personas, hablar de sexo, de religión o de política en términos que no coincidan con sus propias opiniones es ofensivo. ¿Qué pasará entonces? ¿Que si yo digo lo contrario de lo que la gente de un foro sostiene, me puedo encontrar con que un juez me ponga una multa o me meta en la cárcel? No creo que este tipo de medidas sean aconsejables. De aceptar algo así a terminar en un Internet que recuerde las sociedades policiales o totalitarias hay tan sólo un paso. Todos los foros ya disponen de moderadores que pueden expulsar a esos individuos que molestan y acosan. Convertir eso en delito sólo nos acercará a Auschwitz...

Cada vez que leo cosas así no puedo por menos de recordar el auténtico Gran Hermano, el de George Orwell... Por mucho que nos guste investigarlo todo, saberlo todo, controlarlo todo... hemos de ser capaces de actuar de forma ética y preservar siempre, por encima de cualquier cosa, los derechos de los demás. La alternativa no existe. O respetamos a los demás o convertiremos la sociedad en una nueva selva donde sólo los más fuertes sobrevivirán. Alguien puede sentirse muy seguro de sí mismo y lo suficientemente fuerte como para pensar que él nunca caerá. Eso es un error. Por muy bueno, por muy alto, por muy listo, por muy inteligente, por muy fuerte... que uno sea, siempre, más tarde o temprano, habrá alguien que lo superará. No me gusta el control, no me gusta que nadie me diga qué tengo que hacer, no me gusta que nadie espíe lo que hago. ¿A vosotros sí?

Hasta ahora, ya existía una solución parecida...

La idea es la siguiente:

Si disponemos de un ordenador ya obsoleto pero que funciona perfectamente, una posible forma de aprovecharlo y darle algo más de vida es la de montarlo en red, conectado al router, y alojar en él todos los discos duros que deseemos. Incluso se puede hacer un montaje en RAID para dar mayor seguridad a nuestra base de datos privada, a modo de servidor.

No me dedico a crear páginas web, así que mis necesidades de edición son más bien pequeñas. Las modificaciones o páginas diseñadas desde cero que he hecho siempre las he creado sin ayuda de ningún editor. Es decir, uso el Notepad simple y llano de Windows o el gEdit de Linux.

Desconozco los tipos de datos que admite Python, pero la idea básica es siempre la siguiente:

La diferencia entre un número par y uno impar es que el primero es divisible por 2, obviamente. ¿Qué significa que sea divisible? Pues que el resto de la división entera es cero. Entonces, teniendo en cuenta ésto, lo que se debe hacer es dividir el número que nos dan entre 2 y comparar la parte fraccionaria del resultado con 0. Si la respuesta es SI, entonces el número es par; si la respuesta es NO, el número será impar.

Algo parecido a ésto (repito, no sé nada de Phyton, así que uso algo que podríamos llamar un pseudocódigo:

función isEven (N)

        Definimos M = parte fraccionaria (N/2)
        Si M = 0 entonces isEven(N) = VERDADERO
        Si M <> 0 entonces isEven(N) = FALSO

No sé si esta respuesta te sirve de más ayuda...

Un saludo.

Hay ciertas normas que son básicas. Jamás debe aceptarse la instalación de ningún tipo de complemento, plug-in o lo que sea, así sin más. Y menos aceptar a la primera lo que se nos propone, sin que seamos nosotros quien vayamos a un sitio de confianza a descargar aquello que necesitamos. Por desgracia, estos principios tan elementales chocan con dos cosas:

La primera, es que la gran mayoría de usuarios de las redes sociales no son, precisamente, muy expertos en informática o, por lo menos, mínimamente conocedores de las normas de seguridad más elementales.

La segunda es que se emplea la treta más antigua y más efectiva para engañar a alguien. Y es la de despertar su curiosidad por las bajas pasiones. Léase sexo, morbo o lo que se quiera: nada detiene más deprisa el cerebro y pone más en marcha la acción inconsciente como una promesa de ver a una tía en pelotas hecha a un machito cualquiera.

Consecuencia: estafa que prospera en las redes sociales... Triste, pero casi predecible.

Seguramente no es el mejor. Y además, tampoco es mio... Pero me ha gustado mucho y lo enlazo aquí para compartirlo: